sábado, 15 de septiembre de 2018


VICENTE GAOS





Cuando el amor no dice la última palabra



La tarde pastoral, de alterno cielo
rayos de tu tormenta desatados,
mas luego azul total, cielo amados,
me llena de pasión o de desvelo.

Asciendo así del tormentoso anhelo
a una paz de reposos entregados,
mas desciendo otra vez a los estados
mismos de que partí para mi vuelo.

Ay, esta indócil pleamar me inunda,
esta tarde frenética y liviana.
Déjame, pues, sí, deja que me hunda

en este frenesí de lluvia vana.
Luego me elevaré hasta ti, profunda.
Luego serás mi primavera humana.


OBED GONZÁLEZ MORENO





Canto VII



Duerme la metrópoli y tronados de óxido vuelven los hombres para despertar al águila erosionada que nada ve.
Sobre una esfera tallada en oro el pueblo ríe… Un mundo de idólatras escribe nuestra historia.


De: “En medio”



JUAN MANUEL ZERMEÑO POSADAS




La caída de la pila de mi celular -o la caída de mi vida- duele



a Navil Vanegas
no tengo madre
ni pila en el celuar: ni un corazón inserto en otra persona
no sé nada de las estrategias motivacionales de césar lozano para ser feliz
necesito leer libros de autoayuda
un par de cervezas más
necesito dejar de leer poemas que no dicen nada de la realidad
taparme la nariz y la boca hasta quedar azul
un par de pastillas antidepresivas y el mejor disco de rock
de la historia
o quizá necesito escribir una historia con el cuerpo
otra con la mente
quitarle la pluma a mi yo lírico cursi
aplastar la cucaracha que vuela por el bar
pediré a papá noel un poco de responsabilidad
aunque sean 50 mililitros o 100 gramos
y caer rendido: caer con la única intención
de que me detengas
que tus labios sean la red
esa telaraña en que enredarme hasta morir.



YVES BONNEFOY



  

La rapidez de las nubes



La cama, la ventana cercana, el valle, el cielo,
La rapidez espléndida de esas nubes,
La súbita garra de la lluvia en los cristales
Como si la nada rubricase el mundo.

En mi sueño de ayer
El grano de otros años ardía a fuego lento,
Sin calor, en el suelo embaldosado.
Descalzos, lo apartaban nuestros pies como un agua límpida.

¡Oh amiga mía,
Qué distancia tan débil separaba nuestros cuerpos!
La hoja de la espada del tiempo que merodea
Hubiese allí buscado en vano lugar para vencer.



De: “Ce qui fut sans lumière”

Versión de Carlos Cámara y Miguel Ángel Frontán.



BENJAMÍN VALDIVIA





Origen



Ella es
la primera mujer:
Su cabellera larga
le recubre la fúlgida cadera.

Es ella La Mujer.
Dios la forjó primero que a los hombres.

Fue su mejor idea, y la creó
porque por siempre la deseaba
(el deseo de un dios es un deseo eterno).

Horrorizado del confín de la belleza
producida,
decidió darle cuerpo al primer hombre
(porque paliara su divino sufrimiento).

Y aquí estoy pronunciando este poema.


De: “Temporadas perdidas”



AUGUSTO FERRÁN





Me hieres con un puñal…



Me hieres con un puñal,
yo con mi pluma te hiero;
mi pecho queda encarnado,
y el tuyo se queda negro.


De: “La soledad”, CXXX, 1860.