viernes, 12 de marzo de 2021


 

VLADIMIR HOLAN

 


  

Pesadumbre




Que según dicen la pena es muda...
Y sin embargo, la mayoría, incluso los taciturnos,
anhelan confesarse, quejarse, anhelan rezongar.
Les prestaste oído, sufriste con ellos,
pero con el fin de venerar también siempre el secreto:
buscaste la inspiración súbita
que suele ser precisa, nunca del todo explícita...

Fiel, no podías ser personal...
Sin embargo tampoco revelaste nunca
los sentimientos de aquellos que al respecto callaron...

  

Versión de Clara Janés

VLADIMIR MAÏACOVSKI

 


 

 

1. Comunmente es así



El amor le es dado a cualquiera
pero...
entre el empleo,
el dinero y demás,
día tras día,
endurece el subsuelo del corazón.
Sobre el corazón llevamos el cuerpo,
sobre el cuerpo la camisa,
pero esto es poco.
Sólo el idiota,
se pone los puños,
y el pecho lo cubre de almidón.
De viejos se arrepienten.
La mujer se maquilla.
El hombre hace ejercicios con sistema Müller,
pero ya es tarde.
La piel multiplica sus arrugas.
El amor florece,
florece,
y después se deshoja.

 

De: “Amo”

 


Escrito en 1922, dedicado a Lili Brick. Es de carácter autobiográfico.

Versión de Lila Guerrero



UMBERTO SENEGAL

 

 


 

 

Saliendo de la nube

se introduce sin ruido

la luna en el charco.

INGEBORG BACHMANN

 

  

 

I




La hoja de palma se parte con la nieve, 
las escaleras se derrumban, 
la ciudad yace tiesa y brilla 
en el extraño resplandor de invierno. 

Los niños gritan y suben 
a la colina del hambre, 
comen de la blanca harina 
y rezan al cielo. 

La rica quincalla invernal, 
el oro de las mandarinas, 
vuela en las ráfagas salvajes. 
Rueda la naranja sanguina. 

  

Del poema Cantos durante la huida contenido en el poemario "Invocación a la Osa Mayor"
Versión de Cecilia Dreymüller y Concha García

ROSA ALCALÁ

 

 


En Hobby Lobby¹



Ella arroja un rollo de tela al aire. Zona montañosa, pradera, un caballo al trote. Estimo que son tres yardas, pero sus ojos revelan más: Lo que necesitas es que te guíen, una mano que pueda cerrar las tijeras en la tela. Necesitas una imagen de lo que perdiste. Calcula el doble del ancho de la ventana, para que se armen los pliegues. Piensa dónde es que te sientas por la mañana, aquí, (es cierto, la transparencia es atractiva, si no fuese porque nos ciega antes de que comience el día). Como añoro ser el capitán de esa otra mesa, repetir con un acento hermoso la solicitud de un cliente. Mi madre corta los hilos de un botón con los dientes, mientras se pregunta, con un dedo en la faja si está demasiado apretado de cintura. O arrodillada junto a su cliente, ambas de cara al espejo, bajando una basta hasta la pantorrilla para calmar las venas en los temples de algún esposo. Lo veo en mis sueños, entre fantasías. Mi cama a centímetros de la máquina de cocer, un vestido apoyado en la silla arrojando los destellos de su refriega. El sueño era el sonido de la insinuación, un ziz zag para mantener nuestros agujeros abiertos. O despertada por un remate de la máquina de cocer, balando bajo el pedal. ¿Una aguja rota? ¿Sangre en un traje blanco?  Cuando mi bebé duerme no le escribo a nadie y no espero que me respondan. Siempre queda mal. Nadie se lo pone para salir a la calle. Pero las modas siguen emigrando de las revistas, como muchachas de las ventanas. Por supuesto, ellas son mis hermanas. Sus máquinas son las mías. La oficina desde la que me despido cuando las veo descender como cortinas chuecas hechas con mis propias manos rosadas y frágiles.

 

1.- Hobby Lobby es una cadena de tiendas de manualidades de los Estados Unidos.

 

JAIME TORRES BODET

 

 

 

3

 



Todo, así, te prolonga y te señala:
el pensamiento, el llanto, la delicia
y hasta esa mano fiel con que resbala,
ingrávida, sin dedos, tu caricia.

Oculta en mi dolor eres un ala
que para un cielo póstumo se inicia;
norte de estrella, aspiración de escala
y tribunal supremo que me enjuicia.

Como lo eliges, quiero lo que ordenas:
actos, silencios, sitios y personas.
Tu voluntad escoge entre mis penas.

Y, sin leyes, sin frases, sin cadenas,
eres tú quien, si caigo, me perdonas,
si me traiciono, tú quien te condenas...

Y tú quien, si te olvido, me abandonas.