viernes, 21 de julio de 2017


TOMAS TRANSTRÖMER




Visión de la memoria



Una mañana de junio, demasiado temprano
para despertar, pero tarde para volver a dormirse.

Tengo que salir al verdor que está lleno
de recuerdos, y ellos me siguen con la mirada.

No se ven, se funden totalmente
con el fondo, camaleones perfectos.

Estoy a un paso de oírlos respirar
pero el canto del pájaro ensordece.



Versiones de Roberto Mascaró

De: “El cielo a medio hacer”


FEDERICO HERNÁNDEZ AGUILAR




Esta silla



Le pedí a esta silla que te esperara.

Disculpa si permanece fiel a mi desgracia,
si la encuentras firme como un soldado.

Ella no quiso dejarme solo.
Le hablé de ti con más pasión que la polilla.

Tuvo a bien agradecer con calma,
con resignada paciencia y con fricciones
-la casi inaudible voz de su madera-.

No se quejó como el casero,
no puso en duda mi avaricia,
no tuvo roces con mis llagas.

Por eso te espera, obediente;
por eso dice que estuve solo
y que mis abrigos ya no abrigan;
por eso nos ves aquí,
más honestos y amparados que una rabia.

Siéntate.

Ahora dinos que llegaste.


MARTA BRAIER




¿Te viste, voladora?



Ningún prejuicio más ridículo que el prejuicio de lo SUBLIME
Oliverio Girondo



¿te viste, voladora,
al acecho la mano
de adorado temblor

húmeda raíz
encendiendo tardes
de un tiempo ido?

¿Juego de naipes barajás?

Enternece tu afán
la alegría del aire,

ay, hija del pavor


De: "Esta es la tierra, corazón"



RENE CHAR




El juicio de octubre



Mejilla contra mejilla dos pordioseras en su desamparo rígido;
La helada y el viento no las han instruido, las han ignorado;
Niñas de intrahistoria
Caídas de las estaciones que dejan atrás, y allí apretadas de pie.
No hay labios que las traspongan, la hora pasa.
No habrá ni rapto ni rencor.
Y el caminante pasa sin mirada ante ellas, ante nosotros.
Dos rosas perforadas por un anillo profundo
Ponen en su extrañeza algo de desafío.
¿Se pierde la vida de otro modo que por las espinas?
Claro que sí: por la flor, los largos días lo supieron.
Y el sol ha dejado de ser inicial.
Una noche, el día bajo, todo el riesgo, dos rosas,
Como la llama a cubierto, mejilla contra mejilla con quien
la mato.


Versión de Jorge Riechmann



DIONICIO MORALES




El alba anticipada
fragmento

A mi madre



Te fuiste tan de pronto,
cuando apenas mi noche maduraba.
No me diste el tiempo necesario
de preparar tus cosas para el viaje.
Te fuiste de repente.
Aún persigo incansable con mis manos
la nota vertical de tu sonrisa,
aún te busco incipiente por el tiempo
y no te encuentro hombre, amigo,
hermano de mis sueños clandestinos.

¿Dónde quedó tu paso, padre mío?
¿Qué cárcel subterránea te consume?
¿A dónde fue la ruta de tus ojos?
¿Qué sol penetra la tierra que te cubre?
¿Qué brazos te cobijan desde entonces?

Me hospedo en el paisaje.
Recorro las recámaras del tiempo,
la vista se me pierde en las ventanas,
te busco, de pared a pared, y no te encuentro.
Me tiendo mar adentro en la espesura,
reposo en los pasillos infinitos,
ahuyento con mis pasos tu presencia

y en el último peldaño de la noche, me detengo.
La mirada se vuelve hacia todos los lados
circunspecta, se suspende en la lámpara, se fija
y un resplandor sonríe a la deriva.

Me estaciono en el alba anticipada.
Me quedo allí clavado
conjugando tu acento con mi nombre
viendo cruzar los aros sorprendidos.
Mi sangre está de pie, fluye, se arrastra.
Se desprende mi ser. Se secó la raíz,
y es por eso que en mí, árbol herido,
llueve todos los días y a destiempo.


De: “El alba anticipada”


PAUL CELAN





Los años de ti a mí



De nuevo se ondula tu cabello cuando lloro. Con el azul de tus ojos
cubres la mesa de nuestro amor: un lecho entre verano y otoño.
Bebemos lo criado por alguien que no era yo, ni tú, ni un tercero:
saboreamos algo vacío y último.

Nos vemos en los espejos del mar profundo y nos pasamos más de prisa las viandas:
la noche es la noche, comienza con la mañana,
me tiende junto a ti.


De: "Amapola y memoria"

Versión de José Luis Reina Palazón