domingo, 24 de octubre de 2021


 

BENJAMÍN MORALES

 


 

Una torre,
Eso quise,
Una torre coronada de gaviotas.
Almenas, columnas, contrapechos,
Rocas gruesas
Y el suspiro del viento entre sus nubes.

Esa sería mi torre de bastiones firmes,
Una guerra contra el arco,
La mitad del mundo visible al fin.

Pero mi torre fue triste en su desengaño
Y entre mis palmas se desmorona
Con la más sincera de las respuestas.

 

VERA PAVLOVA

 


  

(La joven duerme así)

 


la joven duerme así

como si alguien estuviese soñándola

la mujer duerme así

como si mañana fuese a estallar una guerra

la anciana duerme así

como si bastara fingirse muerta

lo muerto y la muerte pasan

más allá del sueño 

 

Versión de Valeria Guzmán.

 

 

EMILIO COCO

 

 

 

Ha quedado de ti sólo el suspiro.

Un inmenso suspiro tenebroso

que te destroza el pecho hasta la ingle.

En la nariz el tubo del oxígeno

y la bolsa de hielo en la cabeza.

Ya no salen las gotas del goteo,

con fiebre de cuarenta ya dos días,

el cuerpo frío, las uñas moradas.

Se agarra fuerte a ti la miserable,

exhibiendo su rictus victorioso

en el silencio incrédulo del cuarto.

 

 

 

STEFAN GEORGE


 

Venid al parque que decid muerto está y ved



Venid al parque que decid muerto está y ved:

el trémulo reflejo allende las risueñas riberas,

el inesperado azul de purísimas nubes

ilumina el sendero y el colorido estanque.

 

El tierno gris y el ardiente amarillo se aferran

de abedules y hayas, el viento es tibio,

las tardías rosas no se han marchitado aún,

se besaron y entretejieron la cadena,

 

no olvidéis tampoco los postreros ásteres,

el púrpura sobre las silvestres vides

y cuánto del vívido verdor aún permanece

fácilmente sobre el rostro otoñal.

 

 

Versión de José Manuel Recillas

 

DIANA MASHKOVA

 

 

 

Mensajes

 


El susurro silensioso de teclas cansadas,

La luz poco clara del monitor.

Tú – como si me hirieras el corazón.

“No hay mensajes no leídos”.

Qué puede ser más doloroso que el dolor!

Qué puede ser más oscuro que la oscuridad!

La soledad, la vida encerrada.

En lugar de realidad- los sueños de color.

Ya se duerme el susurro del teclado,

La luz se apaga, derritiendo la huella de la melancolía.

Ya no se puede corregir nada.

Tú lo sabes, mi Alegría.

  

Versión de Elmira Khamatova

 

MARK STRAND

 

  

Carta

A Richard Howard

  

Los hombres corren a través de un campo,
de sus bolsillos caen lapiceros.
La gente que sale a caminar los recogen.
Esa es una de las formas en que se escriben las cartas
.

¡Cómo caen las cosas en los otros!
El ser ya no me pertenece a mí, sino que duerme
en la sombra de un extraño, y le da vestido
a ese extraño, e incluso lo guía.

Es mediodía cuando te escribo.
La vida de alguien ha llegado a mis manos.
El sol emblanquece los edificios.
Es todo lo que tengo. Te lo doy todo. Tuyo,