la
vista a media pendiente
el
temblor de la hoja de un árbol
marcas
que el viento deja sobre una duna
nadie
podrá lavarse la carne de las manos
sin
lengua no se agitará la risa
y
cuando por las noches pienses
en
las palabras que han tejido la oscuridad
la
forma de la ausencia será un muro
el
hueco de la huida
o la
réplica del instante que ya no
no
se reclamará la gracia
ahogaremos
la imagen del pasado, negaremos todo
el
límite será el cuerpo manso golpe la caída
hombre
y sombra en un espejo
fina
piedra
cristal
que se rompe