domingo, 13 de mayo de 2012


KAREN DEVIA





Y llovió



Sospecha el cuervo
de su potencial presa
tanto como las ideas
sospechan de la buena suerte
una vez deformadas las alas

Un par de notas caen sobre el arpegio
corre la presa sobre la arcilla
frente a mil caras
con mil risas
mil ojos
mil cejas
mil dientes
y una que otra nausea

Le dijeron que ese día
llovería
y llovió

JUVENAL AYALA






Mi abuelo



Mi abuelo solía llevarme al muelle,
tejía sus redes en la arena del Colorado
y temía sus olas mi esplendor de niñez.

Andaba tras cangrejos en el óxido negro
de los pilotes, los botes varados, la arena
y mi abuelo reparando cabos y varillas.

Y eso es aquel hombre fuerte: mi infancia.
Cuando nacía junto a él, mi espíritu,
y el bote de mi vida apenas tocaba mar.

El velero de la suya varaba ya esperanzas,
y no alcanzaba a entender naufragios
y no sabía pensar sino sus bogadas.

Su sarta de congrios, cabrillas y hasta
una albacora, de aquellas que pescar solía
y traer a puerto, más que sus bancadas.

Yo no supe bien, cuando cambió rumbo
al océano interminable de negras aguadas,
sino cuando hundiéronse sus ojos,

Su ceviche, su andar altivo, su papaniagua,
y el amor de los días que al muelle llevarme
solía mi abuelo, ¡ah, cuándo la infancia!

LUIS CORTÉS






Fiebres



Puentes torcidos
sobre sí mismos
Curvos como
el vientre de la tristeza
Tardes hechas para repetirse
Historias de árboles sin embalsamar
Sus fiebres extintas
Grabadas en la cabeza de
..............................una extraña paz
La abulia
Se muerde la cola
En el sostén tramposo de las apariencias
Pon de frente la situación:
Los deberes se ahorcaron
Con el tendido de la ropa
En el fondo la nada muestra
........................................Sus colmillos.


OMAR LARA





Miro esta tarde que perdí



Miro esta tarde que perdí
esta tarde limpia y brillante
no estoy en ella sin embargo.
Es que de pronto me llegó
su soplo antiguo, delirante.
Me vi corriendo sobre el pasto
entre las margaritas de Imperial
bajo álamos y eucaliptus.
Miro esta tarde que perdí
robábamos frutas en las quintas
apedreábamos el aire
nos revolcábamos en el trigo.

Y era en tardes como ésta.

GONZALO MILLÁN





La ciudad

5.


Pasan carrozas.
Por esta calle pasan entierros.
Pasaron a muchos por las armas.
Las calles tienen muchos baches.
Los caballos llevan gualdrapas negras.
¡Hin! relincha un caballo.
Pasan camiones.
Pasan autos de hombres acaudalados.
Los niños pasan el río.
Pasa un enano con una gran cabeza.
Pasa el tirano en un auto blindado.

Pasar por alto los abusos.
Los tiros a altas horas de la noche.
No abrir la boca sino para comer
Cuando hay para echarse a la boca.
Pasamos hambre.
No se puede hablar abiertamente.
Los loros hablan fácilmente.
El loro tiene vistoso plumaje.
Los plumiferos escriben en los diarios
Los papagayos hablan por la radio.
La mordaza impide el habla.
Vvms mrdzds.
Vvmos mrdzdos.
Vvimos mrdzados.
Vivimos mordazados.
Vivimos amordazados.
Vivimos con los ojos vendados.
Los ojos se abren bajo la venda.
La boca se abre bajo la mordaza.
El tirano disfruta de salud.
Sólo el hombre disfruta de la palabra.
Los gorilas se golpean el pecho.
¡Muera el tirano!