"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
jueves, 17 de agosto de 2017
CARLOS VITALE
Jornada
Tú, de
pie, desnuda en la penumbra.
Tu
espalda es el arco del conocimiento.
Desde
la cama, observo y espero.
Cuando
te vuelvas me dirás quién soy.
Sin
otra luz que mi deseo.
DANIEL ULLOA
Poema convulso
I
Hallarse
borracho y sin evangelio,
hallarse
interrogado por el insólito
fragor
que la noche orina,
hallarse
con hambre
y
pesadillas escabrosas
convulsionando
todo el pellejo mortal,
fatigado
con la última vela consumiéndose,
con las
manos deprimidas adheridas a la barba,
en la
postura del desaparecido,
meciéndose
sin ninguna vanidad,
ciego
en los rincones
con los
ojos lejos y el día poblado de botellas.
Hallarse
sin prisa en ponerle cerradura a los trastornos,
hallarse
tirado
descifrando
las
hojas de un árbol,
sus
ramas entumecidas
(como
dios rumiando su sombra)
y yo
con la bocaza abierta y el estómago débil,
recordando
a los doce comensales ingratos,
enterándome
que el fondo del mundo sorprende
si se
va con los ojos francos
y el
puro silencio y la sonrisa cerrada,
eso es
hallarse,
sin
haberse hallado todavía.
II
Bebo
para poder hablar con los imbéciles
Morrison
tenía razón.
Bebo
para dejar de ser feliz por un instante,
con mi
negativismo literario.
Bebo
porque no puedo leer a Baudelaire o a Bukowski
sin que
me dé sed.
Bebo
porque Darío y Carlos Martínez Rivas
a
través de los siglos se saludan como gallos de pelea.
Bebo
porque Aurelia ya está harta
y yo
resacoso y desvelado,
sin
cargos de conciencia en las alforjas
o en
algún otro rincón
donde
lo cristiano
que aún
hay en mí
agoniza.
Hurgando
por dinero en mi bolsillo
encontré,
como a una garrapata,
el
siguiente poema:
Hermosa
puta blanca,
sos un
ángel acústico
merodeando
mis orejas como un colibrí,
flexible,
vulnerable,
amante
brava,
cóncava
e indenida,
sincera
en tu inmoralidad,
en tu
oficio pantanoso,
en tu
condición de hierba,
de muy
mala hierba
desparramada
por la noche
bajo
los muros altos,
ciegos,
desolados.
Injuriada
y sola bajo la lluvia triste,
has
hecho de tu vida una fábula grave
y vas
buscando el amor
como
los hombres del medio oriente
buscan
la paz.
Hermosa
puta
de
collares gastados,
escasamente
conocida,
de
cintura disipada
y
desmoronada pasión,
la luna
menguante se sienta en tu pecho
y llora
con vos
al
torcerse el camino,
la
noche,
la
tierra
y la
justicia en el mundo.
ODETTE ALONSO
Y navegar
El
olvido se diluye en ese diálogo de gestos
tu
vestido
aquella
tarde en que no estuve
la ola
que
sobre tu cuerpo esparce
tanta
mórbida arena.
Lleva
ventaja el mar
hay
huellas que persisten
en esa
tierra fértil del silencio
y el
olvido naufraga entre luminiscencias
amanecer
de fiestas en la piel
una
danza que era mía
y me
negaste.
Hay
sueños que no deben echarse a la corriente
ni a la
duda.
Navegaremos
juntas.
Sobre
esa barca
no hay
naufragio
ni hay
olvido.
ROSA ALCALÁ
Activación por voz
No olviden que un
poema, a pesar de que está hecho con el lenguaje de la información, no es
utilizado en el juego del lenguaje de la entrega de información.
Ludwig Wittgenstein, Zettel
Por otra parte este poema se encuentra
activado por el sonido de mi voz y, por fortuna, soy hablante nativa. Por
fortuna, no tengo acento y puedes comprender perfectamente lo que te estoy
diciendo con este poema. He estado trabajado en esta voz límpida, a través de
la cual puedes escuchar cada palabra, como si hubiesen sido formadas por mi
boca, como si mi lengua estuviese empujando contra mis dientes, mis labios
juntándose y mi mandíbula flectándose, de tal manera que incluso si de niña te
hubiesen enseñado a leer rostros antes que palabras, y palabras como si fuesen
rostros, lo que digo en esta página no te confundiría. Aunque tal vez sentirías
una punzada de confusión al ver mi nombre. No tengo ninguna duda, mi poema es
inocente y transparente. Cando digo creo que me prepararé un sandwich, el poema
no dice “me lonas recapitulé el Andi”. O si digo, mi madre está muriéndose,
donde está su teléfono. El poema no dice “me abre la llena, redondo un
xilófono”. Una manera de asegurar la buena comprensión del poema y su lector es
no modular. Estoy hastiada de la emoción, sobretodo, estoy hastiada de aquella
especie de debilidad que llamamos abandonar la intención. Lo que quiero decir
está en español.
Que desastre salir en busca un típico bagel y
volver a casa con un montón de tíos y sus cajas de bacalao salado, mientras un
grupo de tías evalúan con sus indices la grasa de tu cintura. Ves,
Wittgenstein, incluso mi sandwich no lo hacen siempre como lo pido; solo el
poema hace lo que le pido. Todo lo otro exige una serie de pasos intermedios.
Llamo a la oficina de las enfermeras y le digo a una––su acento es espeso como
la niebla nocturna en una noche homicida–– que quiero hablar con mi madre: “es
tu hija” (la verdad es que lo dice en español, pero para que funcione la
activación por voz en este poema no lo puedo decir así), y le pasa el teléfono
a mi madre, que no es el poema, y que por eso le cuesta trabajo entenderme.
Entonces, escribo este poema, que me entiende a la perfección y que no necesita
la mediación de enfermeras, ni preocuparse por acentos sospechosos, ni por
hablar lo suficientemente fuerte, ni le importan las complicaciones de la
muerte, la que puede ser comprendida como una pérdida de lenguaje. De ser así,
la inmigrante, mi madre, ha sido incomprendida por tanto tiempo; esta muerte es
la de sus últimas intérpretes.
MARINA KOHON
IV
porque
sólo se ve
lo suficiente
lo necesario
al mirar atrás
desde un punto
distante
de un
azul mucho más lejano
IRIS VIOLETA PUJOLS
Reto a la ternura
Cuando
en vuelo de mariposa
rozo
tus labios
reto a
la ternura.
Se
estremece cada rincón
del
universo y vuelve en ti
el niño
que entregó
su
primer beso.
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