viernes, 19 de marzo de 2021


 

ELSE LASKER-SCHÜLER

 


 

Mi vergüenza

 

 

¡Tú! ¡Ya no me envíes el aroma

del ardiente bálsamo

de tus dulces jardines nocturnos!

En mis mejillas sangra el pudor

y en torno a mí vibra el aire estival.

 

Tú… refresca mis mejillas

con inaromáticas, inapetentes

hierbas nocturnas.

Pero ya no más el hálito de tus anhelantes rosas,

pues atormenta mi rubor.

 

 

EMILIANO GONZÁLEZ

 


 

9

 

 

Simbad y Gulliver, el Argonauta,
Ulises, Marco Polo: esos viajeros
ilustres y sus mapas embusteros
(y Wells, decimonónico astronauta).

 

 

HILARIO BARRERO

  

 

Plaga

 

 

Todavía se aman a pesar de la plaga
y encuentran en la noche sus torsos alumbrados
sabiendo que la muerte les acecha celosa.
Tiemblan cuando desnudos se miran al cristal
y ven alguna mancha que oscurece su piel.
Con precaución celebran sus huesos arropados
y con certeza saben éste es tiempo de guerra.
Oficiando sus ojos un memorial de sombras
recuerdan tantos nombres que con pasión se amaron,
cuerpos llenos de fuego su coraza encendida
y que ahora rescatan del campo de batalla.

 

JIM MORRISON



 

Clases para convertirse

en revolucionario
actor
(un profeta)
o poeta

 

Aún quedan buenos amigos
para ayudarte y consolarte
Mercenario antojo
para él o para ella

 

Primero conviértete en
Visionario-Científico
radiólico bioquímico
avionador paracaidista
Luego contacta a tu conta-
dor público (él te dirá
cómo esparcir las semillas de la duda)

 

 


LUIS ANTONIO DE VILLENA

 

 

 

Inténtalo, sensitivo

 

 

Si me lo hubieran descrito, hubiese dicho
no, no se puede vivir ahí. La oscuridad que hay
dentro quiere destruirte. Y el desprecio,
la desgana, la fatalidad buscan la muerte.
Claro que tampoco quieres morir, o no exactamente
morir, cesar acaso. Porque es muy difícil vivir ahí.
Los pensamientos te tambalean. Se despeñan.
Gesticulan. Golpean contra ti. Buscan herirte
fingiendo otras destrucciones. Tu pensamiento
se vuelve violento, paria, obtuso, y quiere,
quiere morir, o no exactamente, cesar. No se puede
vivir ahí. Un yermo. Ajeno al aire. Poca la luz.
Ajeno al movimiento. Sin gozo, sin voz casi,
con luces agrias. Si te lo describo con imágenes
de delirio y pesantez: No, no se puede vivir ahí.
El dolor es un país inhabitable, que
está habitado. Y cuantos recorren ese país
-por un mismo camino- viajan solos...
No se puede vivir. Voy caminando.




NÂZIM HIKMET

 

 

 

 

 

Gracias a ti...




                                                                    Gracias a ti
cada uno de mis días es un mundo limpio y perfumado que huele a melón.
                                                                    Gracias a ti
todos los frutos se ofrecen a mi mano como si yo fuera el sol.
Gracias a ti sólo pruebo la miel de la esperanza.
Gracias a ti late mi corazón.
                                                                     Gracias a ti
mis noches más solitarias son como un kilim de Anatolia que sonríe
                                                                                                                              desde la pared.
Gracias a ti al final de mi camino, sin llegar a mi ciudad,
                       he descansado en una rosaleda.
Gracias a ti, no dejo entrar a la muerte
                      que con sus cantos llama a mi puerta
vestida con sus más sutiles ropajes y me invita al gran descanso.

29 de agosto de 1960

 

 

De: "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo