"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
jueves, 5 de julio de 2012
CRISTINA PERI ROSSI
Bitácora
No
conoce el arte de la navegación
quien no ha bogado en el vientre
de una mujer, remado en ella,
naufragado
y sobrevivido en una de sus playas.
quien no ha bogado en el vientre
de una mujer, remado en ella,
naufragado
y sobrevivido en una de sus playas.
"Linguística
general"
JUANA DE IBARBOUROU
Como
la primavera
Como
un ala negra tendí mis cabellos
sobre tus rodillas.
Cerrando los ojos su olor aspiraste
diciéndome luego:
-¿Duermes sobre piedras cubiertas de musgos?
¿Con ramas de sauces te atas las trenzas?
¿Tu almohada es de trébol? ¿Las tienes tan negras
porque acaso en ellas exprimiste un zumo
retinto y espeso de moras silvestres?
sobre tus rodillas.
Cerrando los ojos su olor aspiraste
diciéndome luego:
-¿Duermes sobre piedras cubiertas de musgos?
¿Con ramas de sauces te atas las trenzas?
¿Tu almohada es de trébol? ¿Las tienes tan negras
porque acaso en ellas exprimiste un zumo
retinto y espeso de moras silvestres?
¡Qué
fresca y extraña fragancia te envuelve!
Hueles a arroyuelos, a tierra y a selvas.
¿Qué perfume usas? Y riendo le dije:
-¡Ninguno, ninguno!
Te amo y soy joven, huelo a primavera.
Hueles a arroyuelos, a tierra y a selvas.
¿Qué perfume usas? Y riendo le dije:
-¡Ninguno, ninguno!
Te amo y soy joven, huelo a primavera.
Este
olor que sientes es de carne firme,
de mejillas claras y de sangre nueva.
¡Te quiero y soy joven, por eso es que tengo
las mismas fragancias de la primavera!
de mejillas claras y de sangre nueva.
¡Te quiero y soy joven, por eso es que tengo
las mismas fragancias de la primavera!
ANTONIO PLAZA
A
Rosa
A
tu lado yo siento, Rosa mía,
que tenemos los dos un alma sola;
si probara una gota de ambrosía
suspendida en tus labios de amapola,
que tenemos los dos un alma sola;
si probara una gota de ambrosía
suspendida en tus labios de amapola,
A
Dios le pido que mi pobre estrella
alumbre un porvenír de venturanza,
y que siempre resbale tras tus huellas
la inmaculada luz de la esperanza.
alumbre un porvenír de venturanza,
y que siempre resbale tras tus huellas
la inmaculada luz de la esperanza.
Ojalá
que en tu senda sin abrojos
nunca el llanto humedezca tu mejilla
ni el brillo apague de tus lindos ojos
donde mi cielo de ventura brilla.
nunca el llanto humedezca tu mejilla
ni el brillo apague de tus lindos ojos
donde mi cielo de ventura brilla.
Porque
tu goce mi tormento calma
y con tu pena el corazón me hieres;
padece mi alma si padece tu alma,
y soy dichoso si dichosa eres.
y con tu pena el corazón me hieres;
padece mi alma si padece tu alma,
y soy dichoso si dichosa eres.
Que
mi vida, mujer, mi vida entera
se halla en tal grado con la tuya unida,
que la temible muerte no pudiera
arrebatar tu vida sin mi vida.
se halla en tal grado con la tuya unida,
que la temible muerte no pudiera
arrebatar tu vida sin mi vida.
Te
amo, Rosa, como nunca he amado;
a tus pies encadeno mi destino,
y a tu amor es final abrillantado
que encendiera el Señor en su camino.
a tus pies encadeno mi destino,
y a tu amor es final abrillantado
que encendiera el Señor en su camino.
Tu
mirada tiernísima concluye
de mi penar intenso la' violencia,
que tú eres el iris que destruye
la horrible tempestad de mi existencia.
de mi penar intenso la' violencia,
que tú eres el iris que destruye
la horrible tempestad de mi existencia.
A
tu lado la dicha me sofoca,
y mi ser se estremece de contento
cuando mi nombre de tu linda boca
embalsamado sale con tu aliento.
y mi ser se estremece de contento
cuando mi nombre de tu linda boca
embalsamado sale con tu aliento.
Y
yo Rosa, te encuentro tan divina,
que un ángel envidiara tus hechizos,
tan pura como el aura vespertina,
jugando de las olas con los rizos.
que un ángel envidiara tus hechizos,
tan pura como el aura vespertina,
jugando de las olas con los rizos.
Eres
tú la ilusión de mis amores
y la diosa de mi alma enamorada,
isla preciosa de benditas flores
en un mar de pureza colocada.
y la diosa de mi alma enamorada,
isla preciosa de benditas flores
en un mar de pureza colocada.
Ensueño
sacrosanto de ternura,
mi grande aspiración es poseerte;
si se agita la flor de mi ventura
el desengaño me dará la muerte.
mi grande aspiración es poseerte;
si se agita la flor de mi ventura
el desengaño me dará la muerte.
II
Mas
no, que pronto con eterna liga
para siempre mi bien, a ti enlazado
teniéndome a tus pies arrodillado,
me oirás hermosa, sin cesar decir:
para siempre mi bien, a ti enlazado
teniéndome a tus pies arrodillado,
me oirás hermosa, sin cesar decir:
A
ti mujer, la de cabellos blondos,
de tez de raso, de inspirada frente,
la de ojos lindos, la de boca riente
a ti te amo, no más, no más a ti.
de tez de raso, de inspirada frente,
la de ojos lindos, la de boca riente
a ti te amo, no más, no más a ti.
A
ti tan fina como bucle de ángel,
tan blanca como hielo de Apenino,
hermosa cual topacio golcondino,
a ti te amo, no mas, no mas a ti.
tan blanca como hielo de Apenino,
hermosa cual topacio golcondino,
a ti te amo, no mas, no mas a ti.
A
ti, mujer tan noble como el mártir,
a ti más tierno que de alondra el canto,
a ti más pura que del niño el llanto,
a ti te amo, no más, no más a ti.
a ti más tierno que de alondra el canto,
a ti más pura que del niño el llanto,
a ti te amo, no más, no más a ti.
FERNANDO PESSOA
Señor,
serenas son...
Señor,
serenas son
Todas las horas
Que derrochamos, si en
Malgastarlas,
Como en un jarrón,
Colocamos flores.
Todas las horas
Que derrochamos, si en
Malgastarlas,
Como en un jarrón,
Colocamos flores.
No
hay tristezas
Ni alegrías tampoco
En nuestra vida.
Luego déjanos aprender,
irreflexivamente sabios,
A no vivirla.
Ni alegrías tampoco
En nuestra vida.
Luego déjanos aprender,
irreflexivamente sabios,
A no vivirla.
Sino
a dejarla flotar,
Tranquila, serena,
Permitiendo que los niños
Sean nuestros profesores
y que nuestros ojos sean
Colmados por la Naturaleza.
Tranquila, serena,
Permitiendo que los niños
Sean nuestros profesores
y que nuestros ojos sean
Colmados por la Naturaleza.
A
la orilla de la corriente,
Al borde ,de la carretera,
Cae erguida-
Siempre en el mismo
Respiro de luz
De estar vivos.
Al borde ,de la carretera,
Cae erguida-
Siempre en el mismo
Respiro de luz
De estar vivos.
El
tiempo pasa,
No nos dice nada.
Crecemos envejecidos.
Déjanos aprender, como si
irónicamente,
Nos observara partir.
No nos dice nada.
Crecemos envejecidos.
Déjanos aprender, como si
irónicamente,
Nos observara partir.
Es
inútil mientras
Hacemos un gesto.
No hay resistencia
Al dios cruel
Devorador sempiterno
De sus hijos.
Hacemos un gesto.
No hay resistencia
Al dios cruel
Devorador sempiterno
De sus hijos.
Permítenos
recoger las flores,
Permítenos humedecer
Éstas nuestras manos
En los apacibles riachuelos,
De los cuales debemos aprender
A ser apacibles como ellos.
Permítenos humedecer
Éstas nuestras manos
En los apacibles riachuelos,
De los cuales debemos aprender
A ser apacibles como ellos.
Los
girasoles siempre
Están mirando hacia el sol,
Déjanos marchar de la vida
Tranquilos, sin abrigar
Siquiera el remordimiento
De haber vivido.
Están mirando hacia el sol,
Déjanos marchar de la vida
Tranquilos, sin abrigar
Siquiera el remordimiento
De haber vivido.
CÉSAR VALLEJO
El
poeta a su amada
Amada,
en esta noche tú te has crucificado
sobre los dos maderos curvados de mi beso;
y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado,
y que hay un viernes santo más dulce que ese beso.
sobre los dos maderos curvados de mi beso;
y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado,
y que hay un viernes santo más dulce que ese beso.
En
esta noche clara que tanto me has mirado,
la Muerte ha estado alegre y ha cantado en su hueso.
En esta noche de setiembre se ha oficiado
mi segunda caída y el más humano beso.
la Muerte ha estado alegre y ha cantado en su hueso.
En esta noche de setiembre se ha oficiado
mi segunda caída y el más humano beso.
Amada,
moriremos los dos juntos, muy juntos;
se irá secando a pausas nuestra excelsa amargura;
y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos.
se irá secando a pausas nuestra excelsa amargura;
y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos.
Y
ya no habrá reproches en tus ojos benditos;
ni volveré a ofenderte. Y en una sepultura
los dos nos dormiremos, como dos hermanitos.
ni volveré a ofenderte. Y en una sepultura
los dos nos dormiremos, como dos hermanitos.
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