jueves, 27 de septiembre de 2012


JESÚS MUNARRIZ







Tras haber holgado con Prócula, Prisciliano medita



                                             A Fernando y Gonzalo Torrente Ballester



-Llaman a esto pecado los fanáticos.
A esta explosión que lenta se alabea,
a este sentir con cada poro, vibrar en cada vello,
a este ser piel,
a esta dulzura derramada en carne viva,
a este glotón enjambre de alegría,
a estos nervios sabiéndose universo gozoso,
al corazón alardeando de su mejor humor,
al milagroso encaje en la sonrisa,
a la satisfacción ardiendo en ojos,
a la felicidad
llaman pecado.

Pero es Dios quien se ama en nuestros cuerpos
-nuestros cuerpos dispuestos para el éxtasis
por Su sabiduría-
y su goce es el nuestro. Amemos, Prócula.

ROSARIO CASTELLANOS






Dos meditaciones




I

Considera, alma mía, esta textura
áspera al tacto, a la que llaman vida.
Repara en tantos hilos tan sabiamente unidos
y en el color, sombrío pero noble,
firme, y donde ha esparcido su resplandor el rojo.
Piensa en la tejedora; en su paciencia
para recomenzar
una tarea siempre inacabada.

Y odia después, si puedes.

II

Hombrecito, ¿qué quieres hacer con tu cabeza?
¿Atar al mundo, al loco, loco y furioso mundo?
¿Castrar al potro Dios?
Pero Dios rompe el freno y continúa engendrando
magníficas criaturas,
seres salvajes cuyos alaridos
rompen esta campana de cristal.


GABRIEL ZAID





La ofrenda



Mi amada es una tierra agradecida.
Jamás se pierde lo que en ella se siembra.
Toda fe puesta en ella fructifica.
Aun la menor palabra en ella da su fruto.
Todo en ella se cumple, todo llega al verano.
Cargada está de dádivas, pródiga y en sazón.
En sus labios la gracia se siente agradecida.
En sus ojos, su pecho, sus actos, su silencio.
Le he dado lo que es suyo, por eso me lo entrega.
Es el altar, la diosa y el cuerpo de la ofrenda.

SERGIO GARCÍA






Llega el sur



Bajo su manto verde
plagado de estrellas,
el Sur está llegando
con la bendición morena.

Con los pies descalzos
donde cascabeles cuelgan
golpeando el suelo
con su fe ciega

Llega el sur
con la ilusión ingenua
de confundirse en el paisaje
del Norte que segrega.

En lomos de Hierro
transitan sus hijos
con mantos raidos
en un frio que congela.

En la oscuridad de la noche
escondidos en la maleza
atraviesa los desiertos
aunque sus hijos mueran.

Con su necia demencia
cruzan los mares
a veces en lanchas
a veces a nado
a veces no llegan…

El Sur está llegando
saltando los muros
que los hijos de la Libertad
levanta

Con sus pieles morenas
sus manos creadoras,
sus espaldas de carga
y su voluntad férrea

El Sur ha llegado
y es día de fiesta

Rombos policromos
yoyos, matracas, baleros,
sarapes, sombreros.

Y el grito profundo
el chinga tu madre
que se despierta.

El Sur ha llegado
es imprescindible
aunque no lo quiera.

Porque el Este
invadió su Norte.
El Sur está llegando
a reclamar su tierra,
a saldar las deudas,
sin himnos, ni banderas.

Porque
El espacio es de todos
ningún creador
escrituro la tierra.

ANTONIO JOSÉ MIALDEA





VIII. Pues en tus alas...



Pues en tus alas, ahora que la noche
me atrapa por fin, me he subido
para volar contigo este des-tiempo.
Mi luz son tus ojos de paloma
y mi única memoria son tus huellas
que en el aire blancas como lirios vas dejando.
En tus alas, ser-de-vuelo, voy oculto
hacia ese no-lugar soñado tantas veces
en la fragilidad del tiempo que puedo ya tan lejos
entretejido contemplar. Sólo el amor me queda
después de esta batalla hacia mí mismo:
el amor que sólo existe en el des-tiempo contigo.