lunes, 23 de enero de 2023


 

WHIGMAN MONTOYA DELER


 

Mimosa sensitive

  

Tocabas sus hojas sorprendido.

Eras un niño curioso frente aquella rama

dedo y tallo

sin parpadeo.

Ella abría las hojas nuevamente

y reías.

Fuiste también adolescente

la rama replegada del contacto

tallo y noche te cerraron los ojos

para siempre.

 


MARTA JAZMÍN GARCÍA

 

 

Trasueño

 

I

El salmista guardó su cuaderno
y se echó a dormir entre las piedras.
A la hora siguiente,
soñó con escorpiones
pero no tuvo miedo.
Creció escuchando profecías
con artrópodos:

«Son metáforas del estupor
que sale de la tierra.»
 
II

Pierdes la noción de perder
y descubres que tu mano izquierda
es un surco de semillas de plata.

Las cosas en el desierto
tienen otros nombres.

No todo pertenece a la vigilia.

La sed es el verdadero río,
por ejemplo.
 
III

Capítulo primero:
un salmista que reposa
entre aguijones,
Soñó la plenitud que escribirá
al otro día.

 
 

CHRISTIANE DIMITRIADES

 

 

 

Son cristales rotos
que el tiempo sigilosamente
convierte en círculos

y cuando una mano paciente
los recoge

se tornan
collar para el amante

verdugo

rosario para el creyente

postergación

versos para el poeta
 
 
 

RODOLFO HÄSLER

 

  

 

Arranco en los jardines la infancia siempre
hermosa como un engaño, ideograma de pálidos
crisantemos en el dominio agobiante de los
invernaderos.
Vuelvo despierto como una lechuza blanca a
los siglos oliváceos de la piel, vuelvo al
cálido pecho quemándome como una garduña
en las uñas peligrosas. Y así busco el regreso
a mi fortaleza derramada, a la patria
derramada como todo amor, cabalgando
febriles seducciones en minúsculos dormitorios.
 
 
 

ALEYDA QUEVEDO ROJAS

  

 

Al final del vientre

 

 

La noche ha dado la señal
Los animales de tu cuerpo
están sobre mí
inquietos por empezar
Se vuelven en mi contra
y al final del vientre
construyen un anillo de fuego
que estalla
como todos los fuegos.

  

De: “La actitud del fuego”

 

AMARÚ VANEGAS

 

  

Azul

 

 

Vivir la sombra,
cabalgar en la misma proporción de la noche.

Quedarse en la refracción del agua
contando turnos
en la luz que destiñe los azules:
azul corbata, azul zapato,
azul la silla en la sala de espera,
la gorra del vigilante,
los letreritos del consultorio, la bata del médico
y los ojos de un niño sucio
que bosteza por hambre.