jueves, 6 de septiembre de 2012


LUISA CASTRO




  
La caída



Las montañas cristalizan en mil años
y el mar gana un centímetro a la tierra
cada dos milenios,
horada el viento la roca
en cuatro siglos
y la lluvia,
también la lluvia se toma su tiempo para caer.

Se paciente, con mi corazón
que suspira por una obra duradera.
Como el viento,
como la lluvia,
también mi corazón
se toma su tiempo para caer.

ISRAEL CLARA





Antes del poniente



Te besaré en la luz y allá en lo oscuro,
donde el día agoniza y va muriendo,
y serás el misterio que no entiendo,
y serás el prodigio que me auguro.

Te quiero a ti, puedes estar seguro,
mi otra mitad, que va disminuyendo
a medida que muero y que comprendo
que de los dos perdurará el más puro.

Dejar de ser y transformarse en algo
al mismo tiempo, amor, propio y ajeno,
olvidar si uno es débil o uno es fuerte.

Y convertirse así en aquel hidalgo
que combata en la lluvia y en el cieno
para alterar los planes de la muerte.

De "La lentitud del vino"

ÁNGELES MORA





En vano



En vano te he buscado.
Atrás quedan las horas
que tanto fueron tuyas.
Murieron.
Se fueron para siempre
con tu beso,
tu beso perdido en la cuenca
de mi mano,
roto de frío,
mientras que aquel portal sigue en su sitio,
y la casa se cae,
me dicen.
¿Sabremos algún día
por qué no merecimos tanta dicha?

De "Pensando que el camino iba derecho"

CRISTINA MAYA





El laberinto



Cómo romper
la cáscara del tiempo,
enredada en la entraña
del pasado...
Cómo salir, soltar la amarra
de ese espacio compacto
del recuerdo...
Soy la misma
que refleja su imagen
en la memoria ajada
de los días.
La que adopta
una máscara idéntica
y repite el vestuario
de la escena.
La que viaja y regresa
por el mismo camino
hasta la orilla.
La que al cerrar los párpados
refleja sus sueños
en la pupila inerte
de la noche.
La que vive el amor y el desamor
y repite por siempre
la historia circular
del laberinto.

MARUJA VIEIRA





Todavía


Todavía
la frágil quemadura de una lágrima
borra la luz del árbol.

Todavía
cerca del corazón se detiene la vida
cuando te nombra alguien.

Todavía
rueda el mundo al vacío
desprendido y errante.

Todavía
no encuentro las palabras
para decir la ausencia de tus manos.

todavía
te amo.