domingo, 30 de diciembre de 2018


TRISTAN TZARA





Agua salvaje



los dientes hambrientos del ojo
cubiertos de hollín de seda
abiertos a la lluvia
todo el año
el agua desnuda
oscurece el sudor de la frente de la noche
el ojo está encerrado en un triángulo
el triángulo sostiene otro triángulo

el ojo a velocidad reducida
mastica fragmentos de sueño
mastica dientes de sol dientes cargados de sueño

el ruido ordenado en la periferia del resplandor
es un ángel
que sirve de cerradura a la seguridad de la canción
una pipa que se fuma en el compartimiento de fumadores
en su carne los gritos se filtran por los nervios
que conducen la lluvia y sus dibujos
las mujeres lo usan a modo de collar
y despierta la alegría de los astrónomos

todos lo toman por un juego de pliegues marinos
aterciopelado por el calor y el insomnio que lo colora

su ojo sólo se abre para el mío
no hay nadie sino yo que tenga miedo cuando lo mira
y me deja en estado de respetuoso sufrimiento
allí donde los músculos de su vientre y de sus piernas inflexibles
se encuentran en un soplido animal de hálito salino
aparto con pudor las formaciones nubosas y su meta
carne inexplorada que bruñen y suavizan las aguas más sutiles

  
De nos oiseaux

Versión de Aldo Pellegrini



ABRIL MEDINA






Te daré la espalda
querido veneno ahora que grito
Qué había de mi aquí!
quiero dormir un sueño muy largo
estoy cansada
he estado cansada salvo en el sueño

sé que olvidaré estas líneas
lo sé
pero si no las olvido
¿beberé acaso
ávida de reflejos
su pobre analogía?

ah querido veneno
glorioso áspid de Ángel
¿te daré la espalda por un abuso de terror?
y a la noche
oh jodido éxtasis de la noche!
un voto más de ineficacia por omisión


ALEYDA QUEVEDO ROJAS






Nido de cobra



Nada tan perverso como una tormenta de polvo
En mí había una bella iguana
tú la fuiste asesinando
como si pisaras nidos de cobras
Así en el caos que somos
has ganado todas las guerras
hasta dejarme sin piel
ni genitales
Satisfacción que encuentra paz
quemar y quemarse
en la energía necesaria de la maldad.


De: “Espacio vacío”







CARLOS ERNESTO GARCÍA





Yo no tengo casa



La mitad de lo que amaba ya no está conmigo
Unos (casi todos) se han quedado
Otros simplemente partieron

Mi hermano urgentemente me escribe de México:
La casa se derrumba
hay que venderla
y pienso:
es qué aún tenemos casa?

Mi padre se quedó sin comprarse aquella camisa
o aquél pantalón que tanto le gustaba
sin ir al cine los domingos
sin viajar al país con el que tanto soñó
y se conformó con visitar un parque
en donde mirarle el rostro al caballo
y al general que lo montaba en una estatua
Todo por comprarnos una casa
Una pequeña y modesta casa donde vivir
y a la que hoy solamente se le ocurre derrumbarse

Por mí
que se derrumbe si quiere
Si la mitad de lo que amaba ya no está conmigo
si los niños no se amelcochan frente a la ventana
y si a mi hermana se le quebró la sonrisa frente al espejo
aquella terrible noche de junio
antes de la tormenta y el canto del gallo
si el llanto metálico de un niño
no me provoca una tremenda ternura
que haga nacer una canción de amor entre mis manos
por mí que se derrumbe;
y que vuelvan a construir un día si quieren
pero será sobre cenizas

Mi voz
no vibrará más en sus paredes
Tus cartas de amor Mariana
no llegarán con su olor a perfume hasta mis manos
Al caer la Navidad estaré siempre lejos
y solitarias habitaciones poblarán la casa
que según cuenta mi hermano en su carta:
ya perdió sus primeros cristales

Está bien
que se derrumbe si quiere
si es así
olvidarla será mi venganza
porque yo hace tiempo
mucho tiempo
         que no tengo casa.


ERVEY CASTILLO ALCUDIA





Bien lo sabes



No siembras una flor para que muera
pero sabes que sí
pero bien sabes
y al dormir por la noche
se te olvida.


JULIO CÉSAR TOLEDO





Anterior al otro



ESTOY VACÍO.
Todo en mí es un silencio prolongado.
Ahora puede venir un niño y llamarme por mi nombre
o con cualquier balbuceo
que me haga temblar.