jueves, 18 de junio de 2015

ÁLVARO VALVERDE


 

La sombra dorada


Abro la verja del jardín sin nadie.
Espera mi llegada el viejo limonero
y al verlo me parece
que no hubiera pasado en parte alguna
todo este largo tiempo,
que siempre hubiera estado
sentado en esta sombra, silencioso,
viendo pasar los días
con la mirada turbia de los que nada esperan,
pero al fin sobreviven.
Con tanta asiduidad he recordado
este mismo lugar
que no es extraño
sentir la vuelta a casa
como un hecho casual como si ahora
volviera una vez más y simplemente
cerrara una vez más la misma puerta.
La casa es hacia dentro el laberinto
que siempre he perseguido. Permanece
sitiada por los muros
azules de la infancia,
por ecos de una edad sobrevenida.
En la azotea,
el puerto sigue siendo un sueño antiguo
y arriba en las estrellas
leo de nuevo
el rumbo del viaje que comienza.


De "Una oculta razón" 1991


 

 

ENRIQUE LIHN




Hotel Lucero


Finito todo y también estos brazos
que se me tienden en la semipenumbra
y un hilo -el de la voz- soplo que apenas brota

pero incisivamente de una fuente: la duda
El bello aparecer de este lucero
¿El del amanecer? ¿El de la tarde?
¿Abre el día o lo cierra?

Bajo la ducha una estrella se apaga
que, absurdamente, la comparte contigo
Las estrellas que viste nacer, a mediodía
estaban muertas desde hace cien años
sólo hiciste el amor con una luz
olfateaste «la ausente de todos los ramos».

Resuena un timbre en el Hotel Lucero
traga y escupe esta boca de sombra
para el caso es lo mismo: apariciones
y desapariciones instantáneas.

No sé en qué sentido hemos hablado de todo
¿Era la duda el tema que nos hizo vestirnos
justo en la hora convenida
salir de allí en distintas direcciones
y la que me detuvo
para ver, y fue inútil, si volvías la cara?


 

 

JOSÉ MARÍA VALVERDE




Hoy vuelves como siempre, primavera...


Hoy vuelves como siempre, primavera,
cuando a tu luz ya había renunciado
y el corazón está desconcertado
por este gozo nuevo que le altera.

Casi siente que le redimas... ¡Era
tan bello su rincón iluminado
en que, triste, se había refugiado
para vivir tan sólo con su hoguera!

Mas sí, rebosaré por tu sendero,
que, aunque tú vuelvas siempre, me iré un día
y sin mí brotarán igual las flores.

Pero el gozo de estar lleno y entero
al subirme a la boca se me enfría...
¡estar en primavera y sin amores!


De "Nuevas elegías. Anticipo"


 

 

 

BENJAMÍN PRADO

 


Fragmentos de un jardín  II



Esconde un trazo
de paloma agrupada
la rosa blanca.

¿En qué consiste
un jardín? Luz confusa,
flores concretas.

Era un extremo
visible del olvido:
eso era el moho.

Noche de viento.
Junto al estanque, un seto
suena a agua fría.

Es simple: el hombre
es la raíz y el fruto
es el poema.


De "Asuntos personales"


 

 

ELENA MEDEL


 

Sueño sucio  #2

 

Me arranco la piel seca de los labios. Caen, de mis dedos al
suelo, virutas antipáticas y grises. Permanezco unos minutos
con los labios heridos. Tomo el cepillo de dientes eléctrico,
enfrento su fuerza a mi silencio. El cepillo, de inmediato,
se ha llenado de sangre. Las llagas crecen como esos familiares
a los que sólo visitas de verano en verano. Incómodas; heridas
como valles, un cadáver en la piel seca de mis labios.

 

De "Tara"

 

 

JAIME SILES


  

Metamorfosis


Indivisible voz
de indivisibles gotas
el fuego llega a ti
en voz de agua.
Mármoles, musgos, líquenes
que fueron
              tu memoria de entonces
                                     en el agua.

Bajo formas de fuego
                 que son luz
                       las figuras del fuego
                                       que son agua.