sábado, 10 de diciembre de 2022


ANNA DE NOAILLES


 

El honor del sufrimiento

 


XLIII

 

Si el espíritu sobreviviera a la carne, sabría
qué infinito amor desaparece conmigo.
Si mi alma flotante rodeara mi tumba
sabría qué garganta de pensante paloma
está muda bajo la tierra y los cielos que cantaba.

Sabría cómo venerar en su siniestro estado
este cuerpo donde la razón fue igual al delirio.
Escucharía el suelo donde esta lira calla,
y vería venir todos los perfumes de la noche
sobre el corazón más dulce que pudiéramos concebir…

 

RAFAEL ALCIDES PÉREZ

 

  

El talismán

A Miguel Ángel Tamayo

 

 

Yo también poseí un talismán
en otro tiempo.
Yo también.

Era monarca a la luz de la mañana
y no me daba cuenta.
Más que monarca era emperador,
y no me daba cuenta.

En realidad poseía el mundo, toda la vida,
era el dueño absoluto del firmamento;
muchas veces entonces
fui inmortal,
y no me daba cuenta.

Creo que poseía demasiado
para poder comprender nada.

(Tampoco me hacía falta.)

1970
 

 

CARMEN VERDE AROCHA

 

  

Canto para un cocodrilo
[Primera versión]

 

 

Por un atajo el deseo se transforma

Tú vienes hacia mí como un tren sobre el mar
con un íntimo sagrado anhelo

Me dueles
Cocodrilo

Los árboles por doquier
nuestras manos recogen
flores de manzanilla

Nos sentamos juntos a mirar el bucare

Aprieto los labios
Te escucho muda

Cocodrilo
acaricias los rizos de mi cabeza
los disimulo bien al peinarme

Llueve detrás del mar

La tierra
sigue abriendo mi boca

Por eso llueve

 

De: “Canción gótica”

 

JULIA SANTIBÁÑEZ

 

 

Sommelear

  

Destiladísimo,
catamos este beso
con veinte años de añejamiento,
tinto de beso reposado de antojo,
en su punto de oscuro.
Doscientos cuarenta meses de saboreo
por este beso,
reserva de la casa.

  

De: “Eros una vez”

 

MARÍA CINTA MONTAGUT

 

  

 

Mido la noche como mido el camino
para viajar sin mapas en los labios
y atravesar el tiempo con una daga sola.
Las olas van dejando en la arena su rastro,
caracolas vacías, sueños de sal, silencio.
Y el horizonte ajeno se desplaza
a través de unos ojos como barcos.

 

 

HARRY ALMELA

 

 


 

Saboreamos
en el borde

la ácida ciruela
de la belleza

somos nada
en la nada

me veo inútil
en el espejo

aguardo
el sabio silencio

mientras crezco
en tu boca.
  

De: “Frágil en el alba”