domingo, 18 de mayo de 2014

HELENA RAMOS

 
 

46

  

Era celeste
aquella casa donde
cayó Leonel.

 
De: Polychromos (haikus)

 

 

RUBÉN DARÍO


 
 

Marina

 
 

Mar armonioso,
Mar maravilloso,
Tu salada fragancia,
Tus colores y músicas sonoras
Me dan la sensación divina de mi infancia
En que suaves las horas
Venían en un paso de danza reposada
A dejarme un ensueño o regalo de hada.


Mar armonioso,
Mar maravilloso,
De arcadas de diamante que se rompen en vuelos
Rítmicos que denuncian algún ímpetu oculto,
Espejo de mis vagas ciudades de los cielos,
Blanco y azul tumulto
De donde brota un canto
Inextinguible,
Mar paternal, mar santo,
Mi alma siente la influencia de tu alma invisible.


Velas de los Colones
Y velas de los Vascos,
Hostigadas por odios de ciclones
Ante la hostilidad de los peñascos;
O galeras de oro,
Velas purpúreas de bajeles
Que saludaron el mugir del toro
Celeste, con Europa sobre el lomo
Que salpicaba la revuelta espuma.


¡Magnífico y sonoro
Se oye en las aguas como
Un tropel de tropeles,
Tropel de los tropeles de tritones!
Brazos salen de la onda, suenan vagas canciones,
Brillan piedras preciosas,
Mientras en las revueltas extensiones
Venus y el sol hacen nacer mil rosas.

 

GIOCONDA BELLI


 
 

Poemas

 
 

Sencillos deseos

Hoy quisiera tus dedos escribiéndome historias en el pelo

y quisiera besos en la espalda

acurrucos

que me dijeras las más grandes verdades

o las más grandes mentiras

que me dijeras por ejemplo

que soy la mujer más linda del mundo

que me querés mucho

cosas así

tan sencillas

tan repetidas,

que me delinearas el rostro

y me quedaras viendo a los ojos

como si tu vida entera dependiera de que los míos sonrieran

alborotando todas las gaviotas en la espuma.

Cosas quiero como que andes mi cuerpo

camino arbolado y oloroso,

que seas la primera lluvia del invierno

dejándote caer despacio

y luego en aguacero.

Cosas quiero como una gran ola de ternura

deshaciéndome

un ruido de caracol

un cardumen de peces en la boca

algo de eso

frágil y desnudo

como una flor a punto de entregarse a la primera luz de la

mañana

o simplemente una semilla, un árbol

un poco de hierba

una caricia que me haga olvidar

el paso del tiempo

la guerra

los peligros de la muerte.

 

ANA ILCE GÓMEZ



 

Aria

 
 

No soy ángel
que preside la vida
ni sabia
ni agorera.
Únicamente
soy una mujer
cálida
intensa
que en su más apartada
intimidad
cree tener voz
                               y canta.

 

De: Poemas de lo humano cotidiano

 

 

ISOLDA HURTADO


 

Úntate esta magia

 
 

Mírame
rotar en puntillas
alzar mis manos
dejar libres los muslos
caer a tus pies.

Mírame
saltar los días
juntar los pétalos
extenderte mis brazos
quedarme en tus ojos.
 

              Junio 2003

 

De: Brisa y júbilo

 

 

FANOR TÉLLEZ

 

 

Miss Babian atendiendo...


 

Miss Babian, en este bar costeño,
atiende a rudos negros
recién llegados,
que tienen sombreritos comprados
en la Quinta Avenida de Nueva York.
Es la reina de Saba,
sonriente y frágil
con cejas tupidas finas
y falda como bolsón
pero debajo está su carne tensa,
toda la piel nocturna
con la luna de los dientes
y las dulces lascivas estrellas de sus ojos
ardiendo al sonido de su corazón-tambor
de África.
Miss Babian camina
como que danzara
y una oscura cintura te mostrara
en prolongaciones de onda,
pulidos de luz vientre o caderas,
adentrándote al sueño elíptico
en eternal copulación.