viernes, 4 de diciembre de 2020

ANGÉLICA SANTA OLAYA

 



Habla el silencio

cuando el alma se aquieta

en la hojarasca

YAMILE PAZ PAREDES

 

 


Feria de sol


a Madame Bovary

 



Si nos troncháramos los pechos

si nos segáramos el sexo

y en su lugar crecieran

unas alas enormes

que atizaran la luz a los incendios

y al aullido del coito con la vida.

 

Si nos comiéramos el sol

a pelo, montadas en la feria

y virando el tío-vivo sin pizca de recato

hiciera el amor a la vista de niños y troyanos

con la vieja fortuna que nos rueda

 

Si nos lanzáramos al menos por la borda

cuando el mar ya está harto de subir a cubierta

y fuéramos las únicas sobrevivientes

de un naufragio virtual

 

Si tiráramos todas las palabras

como palitos chinos

 

y nos giráramos la vida

a la feria le atizáramos fuego

y el tío-vivo con alas desplumadas

ganará por nocaut al harto mar

y los pechos tronchados

hicieran el amor

es can da li za do ra mente

con un falso naufragio travesti double face

 

Si tiráramos todas las palabras

 

las rancias achacosas

las tiznadas de rimel

las que son como putas ya hartas

de oír en la pianola el mismo pinche tango

 

Si fuéramos desmoronando las amarras

como huellas de pan por la galaxia

para juntarnos con el sol

 

y parir una feria.

 

 

VIOLETA PUJOLS

 

 


En el principio




En el principio
no hubo palabra.
Gota de lluvia
que conmovió
el estanque.

Roca fundida
a fuego lento.
Roce de estrellas
se hizo la luz
fuimos uno.


MARIO ALBERTO SANTOYO

 

 


 

Camino Real

 

a Ricardo Legorreta

 

 

Camino encerrado por la luz,
por el día que tropieza a cada hora
y nos empapa con su incandescencia
entre la ciudad
a la mitad de abril y de anzures.

 

Nos asedia el color,
de pronto tiene cuerpo,
como las flores se desgrana:
pétalo celeste que revienta
a la mitad del patio.

 

En la recepción las cosas son distintas:
el cuarzo vuelve a ser cuarzo,
la luz se carboniza en el mural.

 

Los espejos de la sed
se cortan y se despliegan
por el viento inmóvil en el salón.
Es más seguro ahí dentro.
Las sombras nos desconocen fuera,
las paredes amarillas,
la lluvia horizontal de la fuente:
el color nos asedia
pero sigue siendo color.

 

ARIATNA GÁMEZ SOTO

 

  

 

Domesticidades

 

 


Ser la casa…

 

Las habitaciones yacen destruidas,
llenas de rincones empolvados que busco esconder
porque no alcanzo a quitar todas las telarañas.

 

Hace falta poner orden en los muebles,
sacar la tierra que la gente deja al entrar.

 

Una casa que se ha convertido en hotel de paso,
en un cúmulo de ladrillos traídos por otros.

 

Las ventanas siempre están abiertas y
con las cortinas agonizando por el sol.

 

Casa en ruinas,
            obra negra y paredes grises.
Llegará la hora de clausurarla,
de demoler a las personas que la conforman
y verme enterrada bajo el cemento.

 

EMI G. CANCHOLA

 

 


 

Se ha roto un engranaje



Empaqué la noche en mi cuerpo
también el río y las luciérnagas y el naranjo
la sonrisa de abuelita Chana
me fui de viaje
porque papá no me mira a los ojos
y mamá no deja de llorarle a sus rosarios
porque el mundo huele a viejo y no hay personas
es decir, las hay
personas
personas que juegan todo el tiempo
a esconderse de mí
también porque abuelita Chana, postrada en su lecho
rogó que le prometiera mi felicidad

 

este viaje, digamos
tienen como fin
no tener fin

 

no tener fin