domingo, 23 de agosto de 2015

MANUEL JOSÉ OTHON




Frons in mare



Cada vida mortal es una hoja
que el árbol guarda a octubre amarillento;
cuando secas están se agita el viento
y al bramador torrente las arroja.

Mas ¿por qué de la tuya nos despoja,
si era fronda que el aire tremulento
acariciaba con divino acento,
bajo un alba de abril dorada y roja?

Del huracán al golpe furibundo
cayó la verde hojita en la corriente
del manso río azul que, desde el mundo,

en sus ondas purísimas y bellas
la llevó, cariñosa y blandamente
hasta el sereno mar de las estrellas.


ELSA WIEZELL




Llanto sobre el amor



... "lloro por el amor y no el amante"...
vuelo siempre insatisfecho,
lloro hasta el puñado de cal
que rompe el esqueleto
y hace doblar la entraña
en el deseo ...
Lloro el amanecer
incapaz de retener el sueño
sobre la escalera
alucinada del hastío.
(¿Habrá que desatar
un lirio en la inconciencia?)
Lloro sobre la razón
cuando viene mi canto
y el tiempo como un tajo
rinde el áspero fruto
y se hace tarde.
Muralla
que cierra un cielo espeso;
en el costado,
se siente aullar

la tierra seca ...

RAFAEL ESPEJO




La rueda



Mientras duermo algún sueño
en la sabana
una presa sucumbe a su depredador.
Aquí es noche. Allí día.

Se despereza el mar a cada ola,
las dunas del desierto no encuentran acomodo.

Si alguien colma su sed,
alguien se desahoga entre memorias tristes.

Huye una nube
                                (flota,
se invierte en ese charco),
está volviendo.

La flor despunta tersa,
se ruboriza el viejo por seguir siendo mundo.

Todo comienza ahora. Todo acaba.



De "Nos han dejado solos"

 


RENATA DURÁN




No es verdad...



No es verdad
que tú cuentas
conmigo,
ni con nadie.
Sólo cuentas
contigo
y tu mentira.
Entraste en el túnel
de ti mismo,
volcándote
en los otros.
Cuando te puse
enfrente del espejo
te encegueciste más,
y me dejaste
a la orilla de ti,
sin brazos para hallarte.



SILVINA OCAMPO



  
Nos iremos, me iré con los que aman...




Nos iremos, me iré con los que aman,
dejaré mis jardines y mi perro
aunque parezcas dura como el hierro
cuando los vientos vagabundos braman.

Nos iremos, tu voz, tu amor me llaman:
dejaré el son plateado del cencerro
aunque llegue a las luces del desierto
por ti, porque tus frases me reclaman.

Buscaré el mar por ti, por tus hechizos,
me echaré bajo el ala de la vela,
después que el barro zarpe cuando vuela

la sombra del adiós. Como en los fríos
lloraré la cabeza entre tu mano
lo que me diste y me negaste en vano.



OSCAR ACOSTA




Los amantes



Los amantes se tienden en el lecho
y suavemente van ocultando las palabras y los besos.
Están desnudos como niños desvalidos
y en sus sentidos se concentra el mundo.
No hay luz y sombra para sus ojos apagados
y la vida no tiene para ellos forma alguna.

La hermosa cabellera de la mujer puede ser una rosa,
el agua tibia o un surtidor enamorado.
El fuego es solamente un golpe oscuro.
Los amantes están tendidos en el lecho.