miércoles, 22 de noviembre de 2017


ÁNGEL CARLOS SÁNCHEZ




Duda III



¿Quiénes ven la espuma de su propia sangre cuando el fuego está robándoles el miedo? El tiempo está doblándose y la herida que nos causa la esperanza tiene luz en cada grieta; el espacio es un susurro merodeando la impiedad de lo que es libre todavía. Con todo, la suciedad de una caricia sólo se rompe si los ojos no vigilan hacia adentro. Toma lo que te mata y hazlo dios de barro para urgencias: es la mejor redención de lo inventado por quien huye, mas no permitas que la magia cotidiana se despedace en lo que dejes destruido.

Tus brazos y tu odio son exactos, pero la vida está incompleta sin el dolor que nos hace recordarla. ¿Dónde podemos enterrar lo doloroso sin necesidad de olvidarnos todo el cuerpo? Los días dan la vuelta y se van hacia otra época cuando te ven afilar la oscuridad con las manos remojadas en tu sangre.

¿Mataremos hoy con estas manos que sólo pretenden la caricia?


De: “El fin del silencio”


ALEJANDRA LERMA




El silencio en nuestro verbo



Hemos nacido en silencio
el silencio en nuestro verbo
construimos el lenguaje por temor
y vamos tropezando tristemente
entre palabras
que hace mucho no nos dicen nada.


MARGARITA MEJÍA




Blanca lechuza



Lima mi verdad
afina mi visión
tú, blanca lechuza
gato nocturno y alado
reserva el lugar sin pudor
dame los albores del poniente
Lima, flamea.


ANGÉLICA HOYOS GUZMÁN




Pájaros



Dibujé pájaros en la pared de tu alcoba,
para que cuando sueñes
lo hagas sobre una hoja
que mueve la brisa
en la rama de un árbol.



ANGELA VALLE




Las calles son las mismas



Las calles son las mismas, iguales los andenes,
Las paredes prosiguen su rutina, de guardia,
Sólo es diferente
El amor que se escapa de mi.

Las mismas las personas que nos rodean,
Iguales las horas y los días,
Y tan solo es distinto el saber que te amo.

Igual es mi ropaje y tu afán proletario
Al de todas las gentes que nos miraron siempre
Solo que hoy, el amor sobredora las cosas.

Y nos hace sentirnos como a dos escogidos,
Silenciosos al vernos, con las almas ardientes,
Abrasados de un fuego sin ascuas, que sonroja.


ADRIANO DEL VALLE




Limón y canario



El canario y el limón
son dos hermanos mellizos.
¡Cuánto amarillo en las plumas
y en los gajos amarillos!

Canario, limón que canta
y exprime un agrio estribillo
que eleva un zumo de plumas
al cielo del patinillo.

Limonero, alpiste y rama,
jaula, alambre, cristal, trino…
Si la pluma es amarilla,
hasta el zumo es amarillo.

Con el limón y el canario
Dios supo lo que se hizo:
le dio el zumo a los limones
y al canario el gorgorito.