Onofre
diseña el curso de los futuros ríos
.
Antes que la surgente brotara
.
ardían las aguas en aguardiente
aún
no conocíamos el tenue canto
al
deslizarse el agua
.
todo era incendio y quemadura
.
hasta el agua misma
y
llegó Onofre
-pálido
santo del santoral madera-
en
su trashumar de caminante de ardor a ardor
que
el propio esplendor del mediodía
fogatea
en él sus tripas de madera
y
he ahí el agua
espejo
de cielo en su desliz de agua
agua
ardiente en sus entrañas
Onofre
-quemante
madera-
bebió
el agua
y
ebrio se puso de tanto arder el agua ardiente en
.
sus entrañas
y
así anduvo por los naranjales
diseñando
en el sueño de su sed el curso de los
.
futuros ríos
Detrás
de su vara de caminante
iba
creciendo el agua
iba
creciendo el agua zigzagueante como el
caminar
de su guía el borracho
Atrás
el viento y el río naciendo ya por siempre
.
zigzagueante
ONOFRE,
EL PÁLIDO SANTO
San
Onofre
-pálido
santo del santonal madera-
triunfo
de otro cielo sobre este ajeno azul de la
.
intemperie
erupción
guaraní de renacido sol
de
maíz y maní
en
el pétalo de la esperanza
del
mestizo paraguayo
santo
prestado del anterior mundo
tú
eres el último, último de aquél mundo en que
.
todo se inauguraba
-desde
la luz del sol hasta el rocío de la mañana-
el
verdor de hoy no es más que rauda copia de aquel otro
.
verdor
cuyo
cedazo dejaba caer la abundancia
Onofre
-guaraní
travestido de santo-
patrono
del bienestar de la gente, del trabajo,
de
la buena suerte, de la alegría,
del
oro que fluye de la nada
-pepitas
doradas, condensación de un antiguo ardor
.
en el agua-
¿también
tú has cambiado? ¿has vuelto para morirte
.
en tu cielo?
hoy
los santeros de Tobatí
mercando
con tu figura de madera
reciben
a cambio el oro
en
tanto que nosotros
-simples
creyentes de tu ardor de madera-
maduramos
ilusión
y
tú nos ofreces a cambio una moneda inverniza
no
el verano que premie nuestro infinito apego al
viejo
sueño del árbol, poncho de nuestra esperanza.