"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 18 de diciembre de 2017
JUANA BIGNOZZI
El sujeto de la
izquierda
educada para ser
la magnífica militante de base de un partido
que por no leer la historia de mi país
se ha convertido en polvo no enamorado sino muerto
preparada para una eterna carrera de fondo
tengo ante los ojos una pared impenetrable
detrás de la cual sólo hay
otros 50 años de trabajo y espera
educada para ser
la magnífica militante de base de un partido
que por no leer la historia de mi país
se ha convertido en polvo no enamorado sino muerto
preparada para una eterna carrera de fondo
tengo ante los ojos una pared impenetrable
detrás de la cual sólo hay
otros 50 años de trabajo y espera
De: "Interior con poeta"
LURIEL LAVISTA
Salud
Salud
que estamos ebrios aún es de amanecer
¿Para
qué volver a soñar?.
párate
para poder tomar esto
y lo
demás que se quedó girando en la habitación.
Así que
esta vida te ha arrastrado tan bien como lo he esperado
si
salimos es igual, todos tienen enemigos que encontrar
hoy
orgulloso de no terminar en una zanja con la boca mosqueando
te
demuestro después de tus tantos años
que en
lo absoluto he tenido temple
entre
todos estos caminos erráticos.
Después
de irme pleno como llegue ya lo habré superado
antes
aunque me aferraba de todo
el
desdén estaba por delante,
no
estando preocupado por fracasa
ni
enganchado a ninguna idea,
ni
visitando a los ojetes de mierda
bebamos
de nuestra estridente botella
que
cayendo no se quiebra en el giro de este viaje.
Saltando
por mentes escupidas por la turbia felicidad
que sin
saber cómo funciona la suerte nos aprovechamos como nadie,
que
volteamos por igual a la duda interminable,
que
ante todo anduvimos solos y con todos los irreconocibles,
porque
perpetuamos restos de nuestra alma sin ningún remordimiento.
rehuimos
cuanto pudimos de las preocupaciones de poco valor
aquí
mezclados entre ruidos y mucho más escándalo
que
nuestros delirantes hábitos.
Venera
la separación con la muerte.
MORIANA DELGADO
Imagen desde la ventana de un segundo piso
No sé
No hay
hasta luego
No hay
historia que dure.
Mi
patio es un bosque derrumbado
Pero
los hombres abandonaron las ramas.
Si las
tardes se acortan,
Mi
consigna queda inconclusa y las hojas desganadas.
Las
etapas se entierran con la hierba seca
Las
espinas se encajan en mi piel,
Aun sin
grietas ni abismos.
Yo soy
mi única compañía,
Soy mi
entonación y mi testigo,
Mi voz
quebrada y el único hastío.
Las
cortadas se tiñen de negro, se gangrenan.
El
hedor hace una pausa.
Siempre
escribimos sobre la lavanda
Y no
sabemos qué lo causa.
Simplemente
las cosas nos pasan por encima.
Donde
están las ramas está mi abrigo.
no hay
fondo ni principio,
soy
patriarca de esta niebla,
donde
las espigas cubren colmenas oscurecidas.
MARILINA RÉBORA
Blanca piedrecita
Lo he
meditado mucho, Señor, aunque no espero
Visión
de corcel blanco o de espada en tu boca,
Estrella
o mar de vidrio —ni menos, candelero—:
Quiero
de Ti otra gracia y mi labio la invoca.
Quiero
sí un nuevo nombre: el que nadie conoce,
Únicamente
sólo aquel que lo recibe,
Para
perfeccionar en infinito goce
Lo que
apenas el alma en sus ansias concibe.
Un
nuevo nombre escrito en blanca piedrecita.
"¿Cuál
será?", me pregunto. Inútil responderme
Pues lo
susurra sólo el ángel que visita
Las
almas que Tú eliges para esta recompensa.
(Mientras
se cumple el término, el espíritu aduerme
Y la
mente imagina, discurre, trama, piensa...)
Arriba
JUAN CARLOS SUÑEN
A pocos
kilómetros
el
autocar le deja donde la piedra se abre
al
cielo. En lo más alto
de
abajo, en lo más bajo
de
arriba. Tanto cielo,
incomprensible
desde la casa.
Allí
comienza un breve
ascenso.
Poseída
por la
fronda y el musgo,
la
ruina salva su belleza. Quiere
mirar
con ojos ebrios
tanta
serenidad. En lo que fuera
claustro
(y taller) la inútil
arrogancia
del gesto se detiene.
El tejo
habla.
Y si el
hombre
pudiera
un voto sería
este
que sabe ser inagotable
sin
hacer daño, ser centro
y ser
contorno bajo
la
amenaza o promesa
de
hacerse nuevo sin hacer acopio.
Canta
la
abubilla su gesto sin dejarse ver
la
duración exacta del presente.
De "El hombro izquierdo"
GABRIELA D’ARBEL
(En este lugar acampan
otros sentimientos que ni al caso)
evitar
que se rompa la yema del huevo
o picar
una cebolla por ejemplo.
El
sentimiento flota.
(No con
que lo diga existe)
ausente
de morfología.
lo
siento, algunas veces
tú lo
sientes, otras.
No está
todo el tiempo en mí,
algunos
días en ti.
Luego
regresas, como un evento
cíclico
y solar,
muerdo
tus verbos, bebes mi pavor.
(Montaña
rusa en el paraíso mental)
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