Imagen desde la ventana de un segundo piso
No sé
No hay
hasta luego
No hay
historia que dure.
Mi
patio es un bosque derrumbado
Pero
los hombres abandonaron las ramas.
Si las
tardes se acortan,
Mi
consigna queda inconclusa y las hojas desganadas.
Las
etapas se entierran con la hierba seca
Las
espinas se encajan en mi piel,
Aun sin
grietas ni abismos.
Yo soy
mi única compañía,
Soy mi
entonación y mi testigo,
Mi voz
quebrada y el único hastío.
Las
cortadas se tiñen de negro, se gangrenan.
El
hedor hace una pausa.
Siempre
escribimos sobre la lavanda
Y no
sabemos qué lo causa.
Simplemente
las cosas nos pasan por encima.
Donde
están las ramas está mi abrigo.
no hay
fondo ni principio,
soy
patriarca de esta niebla,
donde
las espigas cubren colmenas oscurecidas.
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