Piscina sirenaria
Al
parecer
Con su
limpia densidad
La
piscina atrae a las muchachas.
Sentadas Hunden sus tobillos.
En un grito caluroso
De un ambiente primavera
Tal vez comience el alborotar de nadadoras.
Una
pequeña -Apenas con diez años-
Se acerca al zafírico vitral.
Su trenza de materna artesanía
Es un lirio
Que hace táctil el matiz radiante.
La niña
viene con sandalias Salta
Y al
caer a la sábana turquesa
Estalla
una pirotecnia de cristales;
Añicos de marinos astros
Festividad
toda en el pecho del agua.
Yo le
miro. Ríe mucho.
Cual
infantil sirena
Nada en
el rectángulo del mar. Canta.
Su
canto es la transparencia más fina.
En su
nado silencioso
Como
cuando se oculta una medusa
La
travesura es mojar a las jovenzuelas.
Quiere
diluir sus maquillajes
Hacerlas niñas
Que
sientan aletas verdes Rojas
Que al sumergirse
El
hundimiento sea un pliego
De
naturaleza viva.
Las
adolescentes en cólera
Rabian
un lenguaje torpe.
Frunciendo
el ceño la niña Se aleja.
Sólo el agua le acompaña
Sólo el agua le simpatiza.
Y en un
consuelo
La
piscina crea una artificial marea.
Su ensoñación es reconvertirse en sirena.
La pequeña Flota dentro de azulejos.
Entonces se precipitan las muchachas.
Arrojan sus peinetas
Sus espejos.
Recordando que alguna vez
Soñaron ser sirenas.
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