domingo, 9 de diciembre de 2012

ANTONIO CISNEROS




3. Otoño


Amo la soledad de estos parajes,
los bien cocidos alimentos
que no he de compartir.
Aleluya.
Es la hora
en que el ferry de Dover
se aproxima a Calais
bajo un cielo sin aves.
La hora en que el océano
carece de importancia.

ARTURO CARRERA





Carpe noctem



Insiste en que no sabe qué es la noche
entre caricias que no espera.

Su pelo
tiene la destreza de entrar en los sueños y
su cabellera es una forma que nada limita,
que tiene los hilos,

los hilos de la fuerza de la música
allí, ahora, como si nada supiera.

Es un afeite la noche. En una Peluquería Modelo;
para que después visitemos a los muertos en
las catástrofes del sueño:

lacas convexas al mirar de reojo espejos,
y autorretrato cóncavo en la cara de la luna.

Se diría que un murmullo no capta la luz
sino las sombras que entrampa cada poema.
Dijiste: “Los astrónomos dirían: agujeros negros,
Freud: melancolía, Lezama Lima: tokonoma y Bataille:
muertecita”.

Sin embargo es carpe noctem: goza de este
único vestigio de dolor y misterio.


PABLO NERUDA





Canción del macho y de la hembra



¡Canción del macho y de la hembra!
La fruta de los siglos
exprimiendo su jugo
en nuestras venas.

Mi alma derramándose en tu carne extendida
para salir de ti más buena,
el corazón desparramándose
estirándose como una pantera,
y mi vida, hecha astillas, anudándose
a ti como la luz a las estrellas!

Me recibes
como al viento la vela.

Te recibo
como el surco a la siembra.

Duérmete sobre mis dolores
si mis dolores no te queman,
amárrate a mis alas
acaso mis alas te llevan,
endereza mis deseos
acaso te lastima su pelea.

¡Tú eres lo único que tengo
desde que perdí mi tristeza!
¡Desgárrame como una espada
o táctame como una antena!
Bésame
muérdeme,
incéndiame,
que yo vengo a la tierra
sólo por el naufragio de mis ojos de macho
en el agua infinita de tus ojos de hembra!


HECTOR BERENGUER





Fugacidad



Lo que no puede ser ahora
no podrá ser nunca,
el tiempo no tiene regreso
una eternidad escondida
duerme en cada cosa
que aunque próxima
está siempre en fuga
como la luz.
Tomo del brillante hilo
imaginando un mundo transfigurado.
Pero siempre es tarde.

ROBERTO JUARROZ





Así como no podemos...



Así como no podemos
sostener mucho tiempo una mirada,
tampoco podemos sostener mucho tiempo la alegría,
la espiral del amor,
la gratuidad del pensamiento,
la tierra en suspensión del cántico.

No podemos ni siquiera sostener mucho tiempo
las proporciones del silencio
cuando algo lo visita.
Y menos todavía
cuando nada lo visita.

El hombre no puede sostener mucho tiempo al hombre,
ni tampoco a lo que no es el hombre.

Y sin embargo puede
soportar el peso inexorable
de lo que no existe.

MARÍA ROSAL





Retorno



He sacado la llave de mi casa.
El pulso no muy firme. El latido
se me hace más intenso a cada instante.
Es la llave de antaño, con que abría
una puerta de largos corredores,
estancias amplias, con olor a espliego
y a retama,
al olor de los míos,
el puchero bullendo en la cocina.
Los gatos del ayer nos han dejado,
igual que tantas cosas.
Y da un escalofrío recorrer los sillones
con los dedos, tan descuidadamente
que parece que no estamos aquí.
Rezuman las paredes lejanía.
Huele a espera.
A esa mano que llegue autoritaria
y abra los visillos, y limpie los cristales.
¡Que entre otra vez la luz y pueble los salones
de gritos y chiquillos!
No en vano ésta es mi casa.