lunes, 12 de marzo de 2018


LUCIANA JAZMÍN CORONADO





El baúl de flores



si dejo de verte
en el jardín
cortar pimpollos
del rosal
que plantó el abuelo

si dejo de mirar
tus manos
de pecas grandes
extenderse al sol

o sentarte
a fregar tus piernas
la sangre reunida
tus pies hinchados

entonces
¿cuánto faltará
para que el jardín se esconda
y un baúl
de flores azules
ilumine bajo la tierra?


EZRA POUND




  
En una estación del metro



La aparición de estos rostros en la multitud;
Pétalos en una rama oscura y húmeda.


Versión de Marcelo Covian


MINERVA MARGARITA VILLARREAL





Testimonio



Has condenado mis versos
sobre Flavio,
el del pequeño pajarito;
al menos su leve vuelo alza.



DANIEL MIRANDA TERRÉS





Has tomado un paño para limpiar la casa,
te esfuerzas por no dejar restos
de otro día sobre la mesa.
La terca esperanza
de comenzar de nuevo
pese al crujir de huesos.
Pensar los futuros imposibles.
Los muebles limpios
para las visitas que no llegan.

Se ha hecho tarde.

El polvo tiene el color de la nieve,
es tan blanco
como si el tiempo nevara
y fuera el invierno de cada hora
lo que sacudes por las mañanas.




MIGUEL ILDEFONSO





Cruz y Ficción



Cristo medía 1 mt. y 64 ctms. Y caminaba
por el Centro de Lima
eran las 3: 30 de la tarde — siempre eran
las 3: 30 de la tarde
Y él caminaba descalzo por Camaná
veredas quemadas por el sol
su piel ardía y era un extraño color para la temporada
pálido como colmillo de elefante
Cristo vivía como nosotros
del paso del aire del tabaco
de una canción en la rockola
dormía en la Plaza Francia
Y ahora cuando ya tengo su edad y me enfrento
todos los días contra la ceguera
creo verlo todavía sobre cartones durmiendo
con los ojos abiertos
Cristo tomaba aguardiente
era huraño y cuando hablaba
hablaba solo quizá porque los romanos ya no usaban
escudos ni sandalias
Y el emperador no era de Occidente
Y nadie quería escucharlo
Y nadie quería creer
Y nadie era nadie nadie para lanzar la primera piedra

Cristo nunca escribió nada
fueron sus apóstoles los que me dijeron
que él era Cristo
pero yo nunca vi a ningún apóstol
Judas tal vez era el bodeguero
Pedro quizás vestido de verde caminaba también por el Centro
las cosas no parecen ser las mismas para nosotros
Y no porque era enero
Y yo estaba por cumplir los cinco años
a esta edad tengo más preguntas
Y las pocas respuestas que poseo son mías:
Cristo medía 1 mt. y 64 ctms.
la cruz es Lima los judíos trabajan en los ministerios
el Emperador está en Palacio
preparando su discurso…
Y Magdalena? está en Magdalena?
(ella volvió al oficio y ahora es una próspera regente)

Cristo usaba barba
era flaco como John Lennon
Y jamás entraba a las iglesias
no sé si porque tenía vergüenza de su pobreza de su mugre
o porque no lo dejaban entrar
o simplemente porque la calle era su casa
un día lo vi comiendo de la basura
Y nunca más lo vi


De: Canciones de un bar en la Frontera



JOSÉ KAN





BABA O’RILEY

It’s only teenage wasteland…



Yo presencie
el día en que tu madre
mostró cual era la finalidad de este oficio.
Debo de confesar que su cuerpo
era el asedio de una revuelta popular muy noble.
Fue a su habitación
y al pasar delante de la cocina improvisada,
discretamente
arrojó sus ropas sobre la mesa.
Como una forma de incitar una revolución
y demostrar que en un principio
todo parte del silencio,
puesto que, en un estado germinal,
todos hemos sido seducidos
por la apetencia de estar destinados a algo muy grande.
Por alguna razón
aquella visión me lanzó al caos.
Marchando bajo los designios de la altura
y sin la necesidad de ser perdonado.
En lo profundo de mí,
nunca había dejado de ser un animal de casa.
Lo cierto es, que una vez que terminó,
se alzó y se acercó a mi
dejando una grieta en el mundo.
Tuve la impresión de que nos hallábamos
hambrientos de luchas y gracia. Canto y rebeldía.
Entonces llegue a la conclusión,
de que todos sin duda alguna,
en algún momento de nuestra ofrenda
hemos de dejar el asunto de una rebelión
en el reino de la metáfora.