miércoles, 4 de julio de 2018


CARILDA OLIVER LABRA





Esto



Un corazón que nubla sus señales,
una mirada azul velando rosas,
un pie para morir, y muchas cosas
tranquilas en amor, elementales.

Sin lágrimas que pudra sus cristales,
sobre un montón de fiebres dolorosas,
una muchacha así: con mariposas,
quedándose entre músicas cordiales.

Y con esa piedad casi de nube
por todo lo pequeño que no sube,
deteniendo la luz frente a su nombre.

Una muchacha así, en cualquier lugar,
o preferiblemente junto al mar.
Una muchacha así queriendo a un hombre.

ANTONIO PLAZA





A...



Por ti, mujer divina, en éxtasis levanto
las notas que despide mi tétrico rabel;
por ti, mujer que enciendes el fuego sacrosanto
que al cundir por mis venas enaltece mi ser.

Por ti, mujer divina, hermosa luz sin sombra
transpórtame a los cielos excelsa beatitud,
y quisiera a tus plantas tenderlas por alfombra
las trémulas estrellas que brillan en el tul.

Si a Dios por un momento su Fíat arrebatara
tan sólo me ocupara de hacerte muy feliz
y sin goces al cielo ya la tierra dejara
por dártelo ¡divina! por dártelos a ti.

Porque el amor inmenso que dentro el alma brota
ese amor le da vida al muerto corazón,
así como da vida la transparente gota
al pétalo rugado que el viento marchitó

Es tu alma como mi alma, ardiente como fuego
y mi alma sin tu alma no puede ya vivir:
yo quiero poseerte y condenarme luego,
que hasta la eterna gloria despreciara sin ti.

Yo que lloré perdida la luz de la esperanza
yo que el horrible cáliz del dolor apuré,
aun miro, porque te amo, brillar en lontananza
un porvenir de dicha... Eres mi última fe.

Y yo te necesito, así como alimento,
así como del agua necesita la flor,
así como las aves necesitan del viento,
así como la tierra necesita del sol.

Si tomo entre mi mano esa tu mano blanca,
y la llevo a mi seno convulso del placer,
yo siento que un suspiro del corazón se arranca,
suspiro que me lleva de Dios hasta el dosel.

Si vieras que de noche, rendido, abandonado,
aunque el sueño me venza, pensando estoy en ti,
y tu virgíneo rostro de blanca luz bañado
como ángel de mi guarda, le miro junto a mí.


II

En ti nada más pensando
y tu imagen siempre viendo,
y contigo delirando,
y en sueños contigo hablando,
mi vida estoy consumiendo.

Que mis pensamientos son
tuyos, tuya mi existencia,
y tuya la pulsación
que agita mi corazón
con volcánica violencia.

Eres la dicha a que aspiro;
eres la luz con que veo;
eres aire que respíro;
eres la Virgen que admiro;
eres el Dios en que creo.


III

Y yo , mujer, te juro guardar inmaculado
en lo íntimo del alma tu divinal amor;
que si tu amor me falta, seré desventurado;
y entonces, no lo dudes, me arranco el corazón.


DOUGLAS TÉLLEZ





Circus



Estamos solos, la oscuridad del espectáculo
nos condena, el payaso rojo me vapulea la mitad del ojo
y lloro… La contorsionista rígida me duele
con su celeque desnudez. El mago viejo sacó a un
hombre asfixiado del sombrero negro.
Las bailarinas devoran púberes miradas impúdicas.
El trapecista dio saltos mortales para la muerte misma
Todo terminó: el domador arrancó la cabeza del león
y la devoró. Todos aplaudimos satisfechos.



MIGUEL VEYRAT



  

El poeta I

                               Jaime Gil de Biedma
                                             In memoriam




Veyrat está de pie
Frente al paisaje.

Ya sabe que no sabe
Y casi no presiente.

Tuvo sueños y poco tiene
Que no haya profanado.

Palabras ofrecidas
Como putas, cansadas
Frases que un día
Pudiera unir un muchacho
En versos verdaderos.

Sólo le queda resignarse a morir,
Como un hecho ineludible de la especie.

Querría salir de la barbarie
E iniciarse en la noche temblorosa,
Al aire limpio, al frágil tallo.

Quién sabe, tras cruzar la sombra o el amor.

Ha perdido a su hermano.


IRMA TORREGROSA





Para cuando llegues
tengo la noche entre las manos.

Lleva en el pico los desvelos de las azoteas,
la distante humedad de las calles
que no han caminado tus pasos.

Los suspiros del agua que hierve,
el refugio de una taza de café
como el aire que acaricia las pestañas de la ciudad.

Tengo las alas de esta noche
y conservo el calor de sus brazos
para cuando llegues a dormir más tarde
o para cuando ya no espere tu llegada
pero aún es tiempo, ven:
…………………………………………………….esta noche cenaremos en la luna.
 .


JUAN JOSÉ MACÍAS





1

no hay más, pero sí hay menos. […] hay un menos de mundo, una falta de mundo que no es una falta a llenar, que no es una necesidad a satisfacer.
sergio espinosa proa



me impulso     creo emerger
abrirme camino entre los signos

poco me he movido    cierro
los ojos contra el mundo

la única manera
de dar por hecho que camino

las distancias nos piensan
o nos sueñan     

de no contenernos
los espacios respiran

pero     contra lo dicho
siempre hay un más    un más de mundo

un mundo excesivo que aterra
un más de cosas imposible de restar

un exceso de mundo–

todo está en sí y fuera de sí
lo blanco y los claros son leyenda

lo innumerable se articula
con la proximidad y lo indiviso

aquel que todo ve
no está vigente en el que sueña

aquel que siente y ha sentido
es la esencia misma del presente

un más de apariencia    
un menos de mundo

necesito



De: “Expansión de las cosas infinitas”