Alba escrita en la
tarde
Hablaré más allá de mis palabras.
Llegare más allá de tus oídos.
Si pudiera penetrar en tu alma
a través de tus ojos,
le hubiera ya dicho
que tu imagen fatigó mi fatiga.
Y ahora,
cuando tu presencia no es carne
y puedo decir en voces
que tu recuerdo
-que es espíritu-
una tentativa de felicidad;
cuando más me siento
esclavo de tu cariño ignorado,
ignorado de tu cariño, esclavo,
empiezo a darme cuenta
de que este amor naciente,
nutrido con miradas,
dormido con pensamientos albos,
puede edificar destinos
y adelantar futuros.
No le temo al gris-tristeza de esta tarde;
tu boca trae el rojo-alegre de los levantes mozos,
tu gesto, la gallardía de las razas caribes.
Elegida:
tú puedes eternizar los amaneceres
y hacer sonreír al Dolor;
por eso voy a ti,
tan impalpablemente como tu silencio.
Caminante ayer,
¡hoy me siento camino
para recibir la caricia de tu planta!
(1941)