"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
viernes, 8 de enero de 2016
JUAN RAMÓN ORTIZ GALEANO
2
Muñeca
diabólica
En el
ajetreo desfigurado que me avasalla
tu boca marca el ritmo de un galope perfecto
no por ello
te ajenas a la jauría, muñeca diabólica,
no habrá fulgor negro que me alumbre
el camino sombrío a tu espeso regazo esta vez.
Me tienta el cobijo tibio del sexo
(a este consuelo endeble y autista)
con su delirio dulce, salvaje, regulable
hacia el vergel que alimenta en el después
que es el ahora el siempre el otra vez.
Pero los rumores del aparente y la melancolía
no me tentarán con sus perfumes nuevamente:
he descifrado el significado del acto,
ya domino su desenlace;
aunque solitaria y errática, mi huida es mía
y es firme esta vez.
tu boca marca el ritmo de un galope perfecto
no por ello
te ajenas a la jauría, muñeca diabólica,
no habrá fulgor negro que me alumbre
el camino sombrío a tu espeso regazo esta vez.
Me tienta el cobijo tibio del sexo
(a este consuelo endeble y autista)
con su delirio dulce, salvaje, regulable
hacia el vergel que alimenta en el después
que es el ahora el siempre el otra vez.
Pero los rumores del aparente y la melancolía
no me tentarán con sus perfumes nuevamente:
he descifrado el significado del acto,
ya domino su desenlace;
aunque solitaria y errática, mi huida es mía
y es firme esta vez.
Los poemas pertenecen al libro “Arrebatos
del Epígrafo”
ADALBERTO GARCÍA LÓPEZ
Alea
jacta est
Tan
míos pueden ser tus ojos
que
tiemblo al pensar qué vagas palabras
podría
ofrecerte a ti
en
esas horas de vigilia.
Resiste,
sé valiente:
consigue
otro umbral donde velar tu sueño.
Resguarda
tus horas y energía
aún, demasiado
tempranas para el sol.
Tiemblo
y me
sumerjo en la medianoche
que
arranca a destajos mis manos,
mis
manos que tuyas
empeñan
una brava alegría,
una
sufrida sonrisa,
un
breve golpe a la puerta de la vida.
Eres
el tiempo que rebota de un lugar a otro,
tiempo
aparte, tiempo muerto.
Eres
un camaleón que finge cantar
cuando
le piden que cante:
camaleón
que se reconoce mudo y actor,
también
eres la fragilidad del agua,
la
simetría del fuego,
te
caes y vuelves polvo y viento.
Quizá
porque tu nombre
está
hecho de mirto y eucalipto
es
que tiemblas a la orilla del río
juntando
tus palmas, ensayando tu labia.
Eres
la tierra que pronto se olvida:
eres
la vida donde no ocurre nada.
AARÓN RUEDA
Instantes
de la demencia
Segundo
Instante
Habla
de mí
de la
luz aferrada a un rostro oscuro
en
medio de cualquier solar fantasioso,
porque
ahí resucitan los ecos que padecen insomnio,
gritan
y se remolinean
como
el polen al bailar a la mitad del día.
Siento
al hablar un trago de alacranes
galopando
en mi lengua.
CARMEN BOULLOSA
V-
Lago de dos superficies...
Lago
de dos superficies,
mar suspenso:
todo en la palma de tu mano,
como grano de luz,
con una placidez incomprensible:
no hay tiempo, no hay premura alguna,
eres cuanto espacio es posible:
no hay distancia.
mar suspenso:
todo en la palma de tu mano,
como grano de luz,
con una placidez incomprensible:
no hay tiempo, no hay premura alguna,
eres cuanto espacio es posible:
no hay distancia.
De: Abierta
BALAM RODRIGO
[
Graffiti nómada ]
ebria
de perros , muerde la noche
con
mandíbulas de vidrio la ciudad ,
las
calles , la muerte ; fluye en silencio
la
sangre almibarada de los signos
en
nómadas lienzos que son muros :
decapitada
luz que cifra sur
en
olvidados , muertos trenes ;
agonizante
magma que mana
de
las casas y sus cántaros
de
insomnio — luciérnagas baldías —
duerme
a lo lejos , un puño de ciudad ;
orlan
el cielo fugitivo las llagas
de la
noche : leprosario infinito
que
guarda el dolor y su pezón
de
nadir ; ( un perro y su latido
lamen
la yerba oxidada de mi sombra ) ;
orina
la escritura oscuridad
en la
garganta de los ángeles ,
vierte
su leche negra en los linderos
de la
página : su palimpséstico
aerosol ,
hace la noche ;
SUSANA REYES
Me
duele tu nombre
Me duele tu nombre
y los pájaros de la tarde
lo recuerdan como al mejor de los lamentos
y los pájaros de la tarde
lo recuerdan como al mejor de los lamentos
No sé cuando aprendieron a cantarlo
si son los mismos que cada tarde
quiebran la mudez de los parques.
Camino y las calles saben a tus ojos
a esa ausencia interminable
que he inventado.
no tengo excusa para llorar,
ni siquiera una razón pactada
para exigir tu regreso.
Marcharse es borrar la historia
que la piel ha grabado
sin permiso y sin miseria
sin motivo aparente
como llamas de hielo
perforando la risa o la mueca
que mi boca remeda.
El día es la dimensión interminable
el encuentro, la comunión y la soledad
al mismo tiempo.
Cada amanecer hiere más que el sol
que se marcha por las noches
porque me ofende
Cada amanecer hiere más que el sol
que se marcha por las noches
porque me ofende
con la esperanza
y yo sólo sé mojar estas hojas
que el día seca así por así
como retándome a olvidarte.
y yo sólo sé mojar estas hojas
que el día seca así por así
como retándome a olvidarte.
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