"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
jueves, 28 de mayo de 2020
WOLE SOYINKA
Capital
No
puede ser
que
el germen que ha nutrido la tierra
lo
haya atendido el hombre. Una vez vi una cascada
de
germen, una abundante lluvia de grano
que
escupían vertedores de boca ancha
y
saciedad satisfecha; juro que los granos
cantaban.
No
puede ser
que
la política, las deliberaciones
tornen
las brasas de mi vida
en
cenizas, y en mares contaminados
descansen
tristes lechos de levadura que esponjan
la
pasta
del
mercado mundial.
CECÍLIA MEIRELES
Aquí mi vida está…
Aquí
mi vida está;
esta
arena tan clara con diseños
de
andares dedicados al viento.
Aquí
mi voz está;
esta
concha vacía,
sombra
de sonido
que
sufre su propio lamento.
Aquí
está mi dolor. Este coral quebrado,
sobreviviendo
a su poético momento.
Aquí
está mi heredad
–este
mar solitario que de un lado era amor,
y
del otro era olvido.
STÉPHANE MALLARMÉ
El virgen, el vivaz…
El
virgen, el vivaz y el hermoso día de hoy
¡Nos
desgarrará con un golpe de ala ebrio
Este
lago duro olvidado que pena bajo la escarcha
El
transparente glaciar de los vuelos que no han huido!
Un
cisne de otrora recuerda que él es
Magnífico
pero que sin esperanza se rinde
Por
no haber cantado la región donde vivir
Cuando
del estéril invierno resplandeció el hastío.
Todo
su cuello agitará esta blanca agonía
Por
el espacio infligida al ave, que lo niega,
Pero
no el horror del suelo donde el plumaje está preso.
Fantasma
que a este lugar su puro brillo asigna,
Él
se inmoviliza en el sueño frio de desprecio
Que
viste en medio del exilio inútil el Cisne.
KAMALA SURAIYA
En el amor
O
lo hace la boca ardiente
de
sol, ardiendo en el actual,
Cielo,
me recuerdan… oh, sí, su
boca,
y… HIS miembros como pálidas y
plantas
carnívoras que alcanzan
hacia
fuera para mí, y la triste mentira
de
mi deseo sin fin.
¿Dónde
está la habitación, excusa o incluso
necesidad
de amor, para, no es cada
abrazar
una cosa completa un acabado
Jigsaw,
cuando la boca en boca, miento,
ignorando
mi pobre mente cambiante
Mientras
placer, con Gaeity deliberadas
trompetas
con dureza en el silencio de
la
habitación… al mediodía?
Miro
los cuervos elegantes volar
como
un veneno en las alas y en
la
noche, por detrás de la Burdwan
Road,
el cadáver portadores lloran ‘Bol,
Hari
Bol’, una extraña cordón
Para
las noches sin luna, mientras camino
la
veranda sin dormir, un
millón
de preguntas despiertan en
mí,
y todo sobre él, y
este
comunicado piel-
cosa
que no me atrevo sin embargo, en
su
presencia llama a nuestro amor.
LOUISE LABÉ
Soneto XXIV
No
me culpéis, Damas, si hube amado:
si
arder en mí sentí uno y mil cirios,
mil
trabajos dañinos, mil delirios:
si
el tiempo yo perdí al haber llorado,
que
no acabe mi nombre censurado.
Si
débil fui, mis penas son presidios.
No
agreguéis hiel a lo que son martirios:
sabed
que Amor, aun no convocado,
sin
que Vulcano vuestro ardor excuse,
sin
que a un Adonis la belleza acuse,
a
vos pudiera herir, enamoradas:
y
más que a mí, con ocasión más leve,
y
con pasión más fuerte y más aleve.
Guardaos
de no ser más desdichadas.
TUDOR ARGHEZI
Otoño tardío
En
la soledad de noviembre,
y
en cuanto alcanza la vista, el parque se hunde
envuelto
en el sueño fúnebre
de
los espejos humeantes.
Y
es que entre los árboles, milenariamente enfermo,
oscuro
en sus profundidades, se extiende un lago,
y
la sangre de las viñas y los castaños
flota
sobre la superficie cobriza del agua.
Por
entre los árboles, mi tristeza mira el horizonte
como
un cuadro que no entendiera:
¿Detiene
el sendero en lo hondo la arboleda o la espera?
El
silencio es el eco de las ramas peregrinas.
Hospital
de la tristeza, del remordimiento,
donde
lloras tu amor incumplido
y
recuerdas, con nostalgia y sufrimiento,
su
imagen jamás encontrada.
Algunos
alerces se han reunido a lo lejos,
mientras
el parque reza en un murmullo…
Se
cierra el anochecer como un libro
y
el alma queda en prenda entre sus hojas.
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