martes, 19 de abril de 2022


 

DELFÍN PRATS

 

 

Humanidad

 

 

Hay un lugar llamado humanidad
un bosque húmedo después de la tormenta
donde abandona el sol los ruidosos colores del combate
una fuente un arroyo una mañana abierta desde el pueblo
que va al campo montada en un borrico
hay un amor distinto un rostro que nos mira de cerca
pregunta por la época nueva de la siembra
e inventa una estación distinta para el canto
una necesidad de hacer todas las cosas nuevamente
hasta las más sencillas
lavarse en las mañanas mecer al niño cuando llora
o clavetear la caja del abuelo
sonreír cuando alguien nos pregunta
el porqué de la pobreza del verano y sin hablar
marchar al bosque por leña para avivar el fuego
hay un lugar sereno un recobrado y dulce lugar llamado humanidad

 

OSVALDO SVANASCINI

 

 

V

 

 

Circunstancia de espera para el mundo del ojo
en donde la ciudad duerme su póstumo sueño.
Ahora superamos la vigilia de los disgregados minutos
en la que nuestro humanismo repetía su consigna
y en donde los sarcófagos dibujan a la muerte
despidiéndose del tiempo con la mano detenida.

El recuerdo ha quedado con la boca desterrada
en medio del paisaje. Una estatua grita
la gestación de su piedra moribunda.

La soledad detiene la dimensión de la palabra.

Una línea se vuelca ahora y nos dibuja hacia siempre.

Pabellón de La Perla (Kyoto)

A las nueve la humedad de las plantas vuela
entre las arrugas de la frente. Bajo la tierra
una oreja detiene su ritmo
y en la casa pequeña de los tés apretados
un señor se inclina para saludar a los grillos.
El silencio es el cuarto invitado
que coloca su sombrero de aire
su mano de arroz su ojo de rocío
y sonríe con su dedo
sonríe con la soledad que baila en sus dientes
y después toma la forma de una mano.
Me doy cuenta que no estoy allí
que es imposible también que pueda irme
que he de olvidarme para siempre
que afuera los dragones han perdido sus disfraces.

 

 

ALPHONSE DE LAMARTINE

 

 

Vieja canción inglesa

 


I dare not ask a kiss

Ni un beso… ni siquiera una sonrisa
he de pedirte yo.
Con la dicha de un beso de tus labios
no ha soñado jamás mi corazón.

¿Sabes tú lo que quiero, lo que ansío
en mi amoroso afán?
Sólo besar el aire embalsamado
que con tus alas te besó al pasar

 

MANUEL ANDROS FLORES

 


 

Sueños del príncipe

 

 

En este santo lugar
donde el Hombre vive
el pez sueña con la tierra
y el ave con las estrellas.
Pero el Hombre no sueña en vano
cuando en las aguas profundas
ve a los peces que sueñan
cometas que fecundan planetas.
Pero este mismo Hombre
que no sueña en vano
por qué no podrá soñar la paz

 

 

TANIA GANITSKY

 

 


Procesión fúnebre de Paul Celan

 

 

Lo hallaron nueve o diez días después.

Por aquí pudo haber flotado su cuerpo,
delante de la cabeza de Orfeo,
que iría recitando el kadish río abajo
con un cuórum de espíritus errantes.

Habrá imaginado que la pregunta
con que nos invitó a leer cada poema:
«¿De dónde viene y hacia dónde va?»
sería la misma que se harían
quienes lo buscaron en la incertidumbre de los días,

la que recuerda una extranjera
mientras se revuelven los dolientes
en la corriente del Sena, el 22 de junio de 2016.

 

JULES SUPERVIELLE

 

 

 

Todavía tembloroso
Bajo la piel de las tinieblas
Todas las mañanas debo
Recomponer a un hombre
Con toda esa mezcla
De mis días anteriores
Y lo poco que me queda
De mis días por venir.
Heme aquí todo entero,
Voy hacia la ventana.
Luz de este día,
Vengo del fondo de los tiempos,
Respeta con delicadeza
Mis minutos oscuros,
Déjame un poco todavía
De lo que tengo de nocturno,
De estrellado por adentro
Y de listo para morir
Bajo el sol ascendente
Que no para de crecer.