martes, 14 de noviembre de 2017


ROGER CAMPOS MUNGUÍA




Nancenes en una noche de luna clara
(Variación de un tema de Carlos Moreno Medina)



Pepitas de oro
suspendidas en los gajos de la noche

Pequeños soles amarillos
incendiados en el universo del árbol.


De: “Variaciones”



LUNA MIGUEL





Ancla plateada



Eres un buen momento para nacerme de este brazo.
Para nacerme de las rodillas.
Para nacerme:
nunca del vientre,
sí del tatuaje plateado.
Antes del óxido yo lo era todo.
Ahora soy futuro.
El hilo delicado que se anuda en el ancla.


De: “La tumba del marinero”



VIOLETA NICOLÁS




Quédate

Así la poesía no era palabras en una página, (…)
                   era arboles, piedras y manantiales
                                                                        Kathleen Raine



La articulación se desprende,
Mi cuerpo es un paisaje.
Es el viento, respiro,
Hay sonidos de desierto
Vegetaciones de órganos.

El pelo móvil se confunde con la luz,
El sonido de las ramas al viento,
¿Oyes los árboles? La música primera
Escuchas el instante en el brusss, brisa
Que se lleve el miedo, pasado pesadilla,
Nuestras calaveras se iluminan
Acercarnos en el beso flotante.

Siento el cuerpo por partes
En un abanico, opus frustrada.
Conservo mis versos, el margen de ser feliz,
Sigo el camino de ojos cuajados,
Apoyo el peso de mi cuerpo sobre el árbol.

El cielo del acercamiento nos trajo ingravidez.


De: “Flow”



EDGAR VALENCIA




Origami para un día soleado 



Primero una espina
sobre una espina
y luego un cuerpo
tímido
acorazado
luego una línea
donde estará la sombra
así dibujo:
sol:
una espina
sobre una espina
¿rayos?
líneas
educadas en el ritmo
de la mano
así la tarde:
una espina
sobre otra espina
(un verso sobre un verso)
roca sobre roca
rozan los dedos el contorno
del sol
y brota
una espina
sobre
un verso
sobre
una roca
sobre
la tarde. 


BERTA GARCÍA FAET





Autorretrato religioso

Para Alberto Acerete de la Corte y Unai Velasco



I.

yo, flor de algodón, desmigajada,
o infalible glicina que se abolla con aire,
o vieja rosa terca          piadosa          romántica
nunca abandoné
                               la esperanza escatológica

da vergüenza admitirlo, pero Dios no se destruye       solo
se transforma                   de ahí el socialismo
yo, muslos ardientes
de balcón soleado            lilium
antirium
                           anastasias
lloro de belleza cuando abrazo a los perros

y solo intento decir (y la nube y el blanco)
que la idea de la Felicidad se manchó con 1.000 pétalos
humillados por un platón
de atenas o de egina
da vergüenza admitirlo, pero las ideas                 son
solo un residuo
nocivo                                 indestructible                 cenizas
de la infancia

y sin embargo nada me salva, porque no quiero salvarme
solo besar                   lo juro             pero tú nunca juras
pero tú
nunca juras

es
cierto


II.

confieso
que, en cada amante, planté semillas         pepitas de cobre
de árboles que necesitan ser salvados
con incendios                            o al revés      y viceversa

             un tintineo de mutismos ante el incomprensible atardecer
                                                                   anunciaba el apocalipsis
yo abandoné a jesús de nazaret
en la buhardilla                            cambié
su amor incondicional por torpe amor
condicionado
             los padrastros de los nogales tenían forma de hoja y yo
                                                                       me mordía las pezuñas

los niños católicos que fuimos católicos y, un buen día,
saltamos
al desierto de un egipto          peligroso          inclemente
somos felices                o           semi-felices
en las tierras agridulces de la
apostasía                                    sin              jesús de nazareth
                                                     sin
su desnutrición sin sus milagros
sin
embargo

la nostalgia,
la nostalgia, querido george
steiner


III.

muslos ardientes
de balcón soleado        tenazmente abierta
a la ternura, a la luz                                        piernas
exógenas

tiendo al arquetipo de ventana
tiendo al arquetipo de ventana y el viento cruza por mi
                 pecho              porque mi pecho
es un túnel limpísimo                       mana
el vino         el ciervo
lo lame        está
escrito

lilium, antirium, anastasias
colegiala que sigue el discurso del sacerdote con precisión exaltada

yo quería ser profeta y gemía de pasión con el cantar de los cantares

da vergüenza admitirlo, pero no encontrarás en el mundo a nadie
que crea en el amor
con más intensidad con más fe con más fervor
que yo

yo
dije
tu nombre es como ungüento derramado

y creí        unir idioma y corazón
creí                    ser mejor que un buey             qué


tonta

FRANCISCO CATALANO





A Chris



Hay huecos, hay hoyos y hay ausencias.
y ninguno es igual a ninguno,
aunque los palpe casi igual nuestra ceguera

a los huecos los vemos,
a los hoyos ya no los vemos
y a las ausencias las vemos
si están viéndonos cruelmente.

ninguno resta a ninguno
aunque todos parezcan sumarse
en el más ciego signo menos,
y ninguno tampoco suma a ninguno
aunque todos parezcan restarse
en ese implacable signo más,
que más nos ha faltado.


Todos los silencios son distintos
y no pueden sumarse ni restarse
y no caben uno en otro
porque nada escucha a nada
y todo le habla a todo