viernes, 11 de octubre de 2013

JORGE LUIS BORGES




A una espada en York Minster



En su hierro perdura el hombre fuerte,
hoy polvo de planeta, que en las guerras
de ásperos mares y arrasadas tierras
lo esgrimió, vano al fin, contra la muerte.

Vana también la muerte. Aquí está el hombre
blanco y feral que de Noruega vino,
urgido por el épico destino;
su espada es hoy su símbolo y su nombre.

Pese a la larga muerte y su destierro,
la mano atroz sigue oprimiendo el hierro
y soy sombra en la sombra ante el guerrero

cuya sombra está aquí. Soy un instante
y el instante ceniza, no diamante,
y sólo lo pasado es verdadero.


MARTA N. CAPUTI




Lágrimas



Como un collar
sus cuentas
cayeron, poco a poco.
Roto, el delgado hilo.
rodaron como perlas.
¿ Qué es lo que busca
uno en el otro ?
¿ Qué es lo que quiere poseer?
Brillaban a lo lejos,
brillaban tan cercanas.
No eran cuentas
de un collar,
ni perlas o diamantes
pero, rodaban y rodaron
delgadas por su cara.




JUAN GELMAN




Poco se sabe


Yo no sabía que
no tenerte podía ser dulce como
nombrarte para que vengas aunque
no vengas y no haya sino
tu ausencia tan
dura como el golpe que
me di en la cara pensando en vos



CARLOS LEVY




Yo



          No dejo de preguntarme qué habrá sido de aquél que fui.

Ya no soy,
la aventura que iba a llevar mi apellido,
y sólo me quedan del pasado los retazos,
         que se le antoja devolverme la memoria.

Han de creerme que tuve mi buen tiempo,
cuando las cosas me ocurrían
         sin cuestionarme demasiado.

Pobrecito de mí,
         creí que todo lo sabía.

Ahora entiendo
la filosofía aquella,
          del sólo sé que no sé nada.

Es tarde,
el reloj idiota
          no se detiene ni para que yo le dé cuerda.


YANINA MAGRINI





Envío a domicilio



Comprame un perro y no saques a pasear mi instinto animal.
Comprame un perro y un mantecol de esos bañados en chocolate;
sabés que el amor me deprime y el estómago reclama su consuelo.
Fijate si conseguís también el suplemento de cultura del día sábado
donde sale una nota a Boccanera que me pierde.
Bueno,
            también me pierde Diego Rivera, Gardel y... Victor Sueiro.

Mandame todo con un cadete.

                    Sucede que perfecciono bestias en un hotel de paso,

                                            canastos con flores
                                      y vírgenes en las esquinas.


De “avuso”


OLIVERIO GIRONDO





Hay que buscarlo



En la eropsiquis plena de húespedes entonces meandros de
espera ausencia enlunadados muslos de estival epicentro
tumultos extradérmicos
excoriaciones fiebre de noche que burmua
y aola aola aola al abrirse las venas
con un pezlampo inmerso en la nuca del sueño hay que
buscarlo
al poema
Hay que buscarlo dentro de los plesorbos de ocio
desnudo desquejido sin raíces de amnesia
en los lunihemisferios de reflujos de coágulos de espuma de
medusas de arena de los senos o tal vez en andenes con
aliento a zorrino
y a rumiante distancia de santas madres vacas
hincadas
sin aureola
ante charcos de lágrimas que cantan
con un pezvelo en trance debajo de la lengua hay que buscarlo
al poema
Hay que buscarlo ignífero superimpuro leso
lúcido beodo
inobvio
entre epitelios de alba o resacas insomnes de soledad en creciente
antes que se dilate la pupila del cero
mientras lo endoinefable encandece los labios de subvoces que
brotan del intrafondo eufónico
con un pezgrifo arco iris en la mínima plaza de la frente
hay que buscarlo
al poema