lunes, 17 de junio de 2013

GABRIEL ZAID




Alba de proa



Navegar,
                navegar.
Ir es encontrar.
Todo ha nacido a ver.
Todo está por llegar.
Todo está por romper
a cantar.


ÁLVARO SOLIS




El abrazo de Dios



Amargo animal que soy, que he sido.
Jaime Sabines


Amargo, la boca amarga,
la sed insaciable despertando desde no sé cuándo antes que yo.
Amargos los días y las noches amargas y sedientas y frías
calles y vientos malheridos tocando mi piel que no se queja.
Amargo, interminable sed que me acompaña.
Amargo, la sed amarga de los días sin satisfacción.
Amargo el abrazo del adiós. Amargo Dios,
la memoria la decrepitud el tiempo.




DELMIRA AGUSTINI




Ven



Ven, oye, yo te evoco.
Extraño amado de mi musa extraña,
ven, tú, el que meces los enigmas hondos
en el vibrar de las pupilas cálidas.
El que ahondas los cauces de amatista
de las ojeras cárdenas...
Ven, oye, yo te evoco,
extraño amado de mi musa extraña!

Ven, tú, el que imprime un solemne ritmo
al parpadeo de la tumba helada!
el que dictas los lúgubres acentos
del decir hondo de las sombras trágicas.
Ven, tú, el poeta abrumador, que pulsas
la lira del silencio: la más rara!
La de las largas vibraciones mudas,
la que se acorda al diapasón del alma!
Ven, oye, yo te evoco,
extraño amado de mi musa extraña!

Ven acércate a mí, que en mis pupilas
se hunden las tuyas en tenaz mirada,
vislumbre en ellas el sublime enigma
del "más allá", que espanta...
Ven... acércate más...  clava en mis labios
tus fríos labios de ámbar,
guste yo en ellos el sabor ignoto,
de la esencia enervante de tu alma!


Ven, oye, yo te evoco,
extraño amado de mi musa extraña!
  

JULIÁN DEL CASAL





8. Tristissima nox



Noche de soledad. Rumor confuso
hace el viento surgir de la arboleda,
donde su red de transparente seda
grisácea araña entre las hojas puso.

Del horizonte hasta el confín difuso
la onda marina sollozando rueda
y, con su forma insólita, remeda
tritón cansado ante el cerebro iluso.

Mientras del sueño bajo el firme amparo
todo yace dormido en la penumbra,
sólo mi pensamiento vela en calma,

como la llama de escondido faro
que con sus rayos fúlgidos alumbra
el vacío profundo de mi alma.




CARMEN MATUTE


  

A veces huyo...



A veces huyo
por intrincados caminos
construidos de palabras,
que me llevan
a los páramos de nadie.
Durante breves momentos
siendo este precario puente
hacia los otros,
con las palabras
que me crecen como ramas
en la boca,
y me sacan
de mi silueta
de animal desnudo.
Desde esta orilla solitaria
agito mis palabras mínimas
como banderas blancas
entregadas a un sueño,
y por algún tiempo
logro fugarme
en las palabras,
hermosas.



RUBÉN MÁRQUEZ




Ausencia



Hay mañanas en que despertamos
sintiendo aún el peso de la noche
su humedad aletargada
y respirar el mar no es suficiente.

Hay mañanas en que algo se nos ha ido
algo ha descendido a lo profundo de los cuerpos
dejando un sabor amargo entre los labios.

Hay mañanas en que nuestros barcos no se encuentran
en que las olas se alejan simplemente y no regresan
en que todo se marcha hacia una tarde sin nosotros.

Hay mañanas en que amanecemos solos
sin las ganas de tocar el mar que nunca llega
tal vez aquellas horas
nos dicen que el mar es una ausencia interminable.