"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 20 de diciembre de 2015
BLANCA CASTELLÓN
Abracadabra
Vuelvo
a la punta
de una palabra tuya
cualquiera que rescate
lo que olvidé
de una copa derramada
en la piel de la esperanza
del humo de un cigarro
dibujando figuras suculentas
entre dos bocas
de todo aquello
que se va
que sube y baja
en lo íntimo del forcejeo
y el abracadabra
que abre sus puertas
al todo contra todo.
de una palabra tuya
cualquiera que rescate
lo que olvidé
de una copa derramada
en la piel de la esperanza
del humo de un cigarro
dibujando figuras suculentas
entre dos bocas
de todo aquello
que se va
que sube y baja
en lo íntimo del forcejeo
y el abracadabra
que abre sus puertas
al todo contra todo.
CARMEN JODRA DAVÓ
6.
Tampoco es esto lo que yo buscaba...
Tampoco es esto lo que yo buscaba.
Es mucho, pero aún no es suficiente.
No es más que otro camino diferente
que no lleva tampoco a parte alguna.
La pena sigue, si el placer acaba;
el más bello pecado no es potente
para cambiar las cosas, y el doliente
llora como lloró desde la cuna.
Ni la perversidad más deliciosa
logrará que me sienta yo dichosa,
como antes la virtud no lo lograba.
Ya tengo, y hago, y soy, lo que prefiero;
de acuerdo, claro... pero
tampoco es esto lo que yo buscaba.
Tampoco es esto lo que yo buscaba.
Es mucho, pero aún no es suficiente.
No es más que otro camino diferente
que no lleva tampoco a parte alguna.
La pena sigue, si el placer acaba;
el más bello pecado no es potente
para cambiar las cosas, y el doliente
llora como lloró desde la cuna.
Ni la perversidad más deliciosa
logrará que me sienta yo dichosa,
como antes la virtud no lo lograba.
Ya tengo, y hago, y soy, lo que prefiero;
de acuerdo, claro... pero
tampoco es esto lo que yo buscaba.
De "El ciclo satánico"
ANA MARÍA MOIX
El
asesinato se produjo a mediodía…
El
asesinato se produjo a mediodía, en plena calle y bajo el sol. De la otra acera
empezaron a disparar y caí en redondo, tratando de imaginar que clase de pájaro
saldría de mi pecho cuando se acercara un compañero para recibir mi último
mensaje: que el muchacho que vendía periódicos en la esquina llegaría a ser rey
en Nueva York
LUIS ALBERTO DE CUENCA
1.
Cómo te defiendes de mí
Cómo te defiendes de mí.
Cómo resistes,
desde la torre de la ausencia,
agitando el pañuelo para siempre,
sin forma ni color,
humo tan sólo,
aérea y rígida en tu nube,
diciendo adiós al mundo y a mis brazos,
muerta y levísima.
Cómo te defiendes de mí.
Cómo, al fin, me derrotas
y me sepultas, también a mí,
en la tumba sin flores del olvido,
donde mis huesos no conozcan
la senda de tu cobardía.
De "Necrofilia"
CONCHA GARCÍA
Sensación
en el labio
Me da sorpresa bajar
por la ventura de mis emociones
porque para qué haber estado alta
si la fiebre la produce el recorrido.
Tengo un beso junto a la boca
y un tiempo para que dure
la sensación del beso que recibo
y la inscripción de la sinceridad.
Otro tiempo no lloraré sin saberlo
que es como ahora que por encima
de la conciencia está la voluntad
de sentir un beso junto a la boca.
Si ese beso se parte y va al labio
una senda del beso que se fue
se irá sin mí también
y no será simétrico.
Por eso es gran cosa.
Me da sorpresa bajar
por la ventura de mis emociones
porque para qué haber estado alta
si la fiebre la produce el recorrido.
Tengo un beso junto a la boca
y un tiempo para que dure
la sensación del beso que recibo
y la inscripción de la sinceridad.
Otro tiempo no lloraré sin saberlo
que es como ahora que por encima
de la conciencia está la voluntad
de sentir un beso junto a la boca.
Si ese beso se parte y va al labio
una senda del beso que se fue
se irá sin mí también
y no será simétrico.
Por eso es gran cosa.
1994
De "Ayer y calles"
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