"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 2 de junio de 2019
DENISSE VEGA FARFÁN
Poema
A
lo mejor hay una línea que sobrevuela la muerte
y
respira en el poema.
De
pie ante un destino que muge,
los
trémulos ojos de extranjero
detenidos
en el recibidor. La espiral de insignias y sellos
que
nada dicen de nuestro nombre apenas entrevisto.
Cuando
de pronto, sin consultarnos, se nos echa de la vida
con
la casa a medio hacer
o
la pavesa de lo nunca sido entre los dedos.
Soñando
con sujetar lo que veloz y fugazmente bate
en
la opacidad del verano
nos
confiamos al metal que cede en la hoja,
ligamento
de una otredad que libremente gesticula,
agua
llevándonos río abajo a una inviolada memoria.
Negados
astros resbalan de nuestro índice
-poder
incierto de las gloriosas aguas,
satélite
ebrio de días siempre inaugurales–
y
es nuevamente pura la confusión de los ojos.
ROSABETTY MUÑOZ
Desprendimiento
La
gran explosión
nos
condenó a lo singular
solitos
flotantes mínimos
sumergidos
en el caldo absoluto
deseando
otra vez
el Enlace.
ROBINSON QUINTERO
Sin amor
Camino
por los baldíos de la ciudad
me complazco con el ruido de las hojas
silbo a los pájaros
espanto a las palomas
me complazco con el ruido de las hojas
silbo a los pájaros
espanto a las palomas
Sin
amor canto en medio del mundo como en el centro
de un solar antiguo
traigo otra vez a casa mis afanes
miro desde mi ventana las horas
permanezco
persevero
doy de comer a las palabras
de un solar antiguo
traigo otra vez a casa mis afanes
miro desde mi ventana las horas
permanezco
persevero
doy de comer a las palabras
RICARDO MUÑOZ MUNGUÍA
En negro y frío cristal
se
reflejan ojos que insisten apagar
con lágrimas y sudores
las brasas de tu cadáver
pero sólo la lujuria incandescente
gotea por entre el vidrio
hacia tu cuerpo sediento.
El tumulto de miradas
empolvaron tus prendas
y la muerte tu figura.
La tierra, la lluvia,
el mármol y el deseo
caen en toneladas sobre tus
huesos.
las brasas de tu cadáver
pero sólo la lujuria incandescente
gotea por entre el vidrio
hacia tu cuerpo sediento.
El tumulto de miradas
empolvaron tus prendas
y la muerte tu figura.
La tierra, la lluvia,
el mármol y el deseo
caen en toneladas sobre tus
huesos.
En
medio del firmamento
continuas erguida y sospechosa
aunque también de ahí desapareciste.
continuas erguida y sospechosa
aunque también de ahí desapareciste.
ANNA DE NOAILLES
Sueños
El
rostro de aquellos que no son amados
aparece a veces en las ventanas de los sueños,
y continúa iluminando las pálidas decoraciones
en una luna de plata que se eleva.
Él flota de lo divino a las gracias de sus cuerpos,
Sus ojos son intensos y sus bocas atentos;
Parece que han visto los jardines de la muerte
y que nada en ellos de lo real sobrevivirá.
La dulzura furtiva de su advenimiento
Confía nuestros deseos a sus deseos propicios,
Percibimos en ellos a los amantes imperiosos de
Venus por nosotros para que el destino se cumpla;
Tienen gestos lentos, suaves y silenciosos,
nuestra vida se une a sus flujos de espera:
Parece que los cuerpos están unidos por los ojos
Y que las almas son páginas que han sido leídas.
El misterio se exalta a las voces de las voces, al
enigma de los ojos, a la confusión de la sonrisa, a
la gran piedad que a veces nos llega
de los ojos, que impresiona y se retira ...
Estos son crujidos no puede sanar,
donde uno siente que el corazón está demasiado cansado para defenderse,
donde el alma está triste tanto como en el momento de la muerte;
Son lamentables sindicatos y tiernas ...
Y los que quedan, cuando el sueño se ha escapado,
falsedad Misteriosamente elegidos,
aquellos a los que, en el secreto de la noche,
que ofrece sombra nuestros labios, abrir los brazos de sueños
aparece a veces en las ventanas de los sueños,
y continúa iluminando las pálidas decoraciones
en una luna de plata que se eleva.
Él flota de lo divino a las gracias de sus cuerpos,
Sus ojos son intensos y sus bocas atentos;
Parece que han visto los jardines de la muerte
y que nada en ellos de lo real sobrevivirá.
La dulzura furtiva de su advenimiento
Confía nuestros deseos a sus deseos propicios,
Percibimos en ellos a los amantes imperiosos de
Venus por nosotros para que el destino se cumpla;
Tienen gestos lentos, suaves y silenciosos,
nuestra vida se une a sus flujos de espera:
Parece que los cuerpos están unidos por los ojos
Y que las almas son páginas que han sido leídas.
El misterio se exalta a las voces de las voces, al
enigma de los ojos, a la confusión de la sonrisa, a
la gran piedad que a veces nos llega
de los ojos, que impresiona y se retira ...
Estos son crujidos no puede sanar,
donde uno siente que el corazón está demasiado cansado para defenderse,
donde el alma está triste tanto como en el momento de la muerte;
Son lamentables sindicatos y tiernas ...
Y los que quedan, cuando el sueño se ha escapado,
falsedad Misteriosamente elegidos,
aquellos a los que, en el secreto de la noche,
que ofrece sombra nuestros labios, abrir los brazos de sueños
SERGIO BRICEÑO
Mezzo
A
la mitad del amor
sabrás
que es necesario descender.
Almas
verás
gritando
en el suplicio.
Pero
nadie vendrá
para
decir sus nombres.
No
son ángeles
ni
pétalos
lo
que habitó este reino.
Ahora
son espinas
o
piedras o pantanos.
Volverás
a la luz
con
las manos manchadas.
Tendrás
sabiduría
a
la mitad del amor.
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