lunes, 28 de noviembre de 2022


 

JAVIER ESPAÑA

 

 

El alquimista

 

 

El alquimista
transgrede el orden,
la hipótesis en forma
se decanta.

Desde el Egipto,
la emanación de un Dios
corrompe la tenacidad aristotélica
que sitia el cautiverio, la materia.

Como el custodio
que cifra un estater de mercurio
al pneuma de los cambios,
el secreto de Zósimo
fermenta en el azufre
el ensayo perenne de los dones.

 

 

JULIO FÉLIX ROYANO

 

 

En guerra

 

 

Entro en guerra con Dios cuando te toco.
Lo lastimo en los dientes de mi beso.
Le echo en rostro tu cara, y aun con eso
no conforme, lo cito y lo provoco.

Hasta que me rodea poco a poco.
Me enreja en tu color, me pone preso
y al fin me aplasta con mi propio peso
sobre tu cruz, allí donde lo invoco.

Luego salgo a un aparte para verte:
para buscarme a mí o al universo
o a Dios, que ya no está en ninguna parte.

Y al fin, como quien vuelve de la muerte,
junto lo que de mí quedó disperso
y vuelvo contra Dios a enamorarte.

 

MARÍA BARANDA

 

  

III

  

Niñas de sal
–se aperciben–
como una colmena de ángeles plurales,
frutos de un planeta lejano y transparente,
los rostros
guardan el sonido de las piedras, manos
que están aún
por desdecirse
como una palabra redonda y gutural,
sexo sin tiempo,
raja que parte en dos
el grito del amor más simple.
 
De: “Teoría de las niñas”



ANDREA CRESPO MADRID

 

 

Catatumbo

…………………a mi padre, a 31 días de su muerte y ya muy tarde

 

  

esto leí en el lago:
la degradación de tu padre
comenzará con una boca desigual
extendiéndose
por aquel inmenso desierto de pasos
hasta sus alucinaciones de piedra
el lago se pudrirá bajo la lemna naciente
y un parásito sin garganta engullirá su rostro
……………..(la luz ya no lo tocará)
sus pies de cera flotarán en el verdor vertiginoso
del lago debajo del lago
tomará el bastón tu viejo para llorar agarrado a algo
hombre que aún ama
inmóvil
alejado del puerto y del jazmín

  

De: “Tuétano”

 

ELIZABETH SCHÖN

 

 

 

Ráfagas del establo
ráfagas del tumulto y del no saber
¿Dónde el centro perfecto
del escalón que eleva?
¿Dónde el punto invisible, posesivo
que recoge y no suelta?
El abismo nos recibe
y hacia adentro vamos
sin romper su oscuridad
de ave agorera, destinataria
Y en qué lugar nos deja
¿sobre el terraplén de la primaria sangre oficiosa?
A lo lejos
en lo más alto de los picachos y las ciudades
un canto, un liderazgo
una ladera, van hacia algo
o hacia un todo fin
de una directriz constante
firme en el tiempo
Es cuando las hierbas se reducen
y la tierra se apelmaza en ave-lava de austeridad
El pie está, se dobla y tiembla
reconoce donde el piso se precipita
o desaparece

<> 

 

De: “Ráfagas del establo”

MARGARITO CUÉLLAR

 

 

Invierno en Arlington

 

 

Si ella estuviera aquí
la nieve sería menos densa
y las calles respirarían su piel.

Cuando ella va conmigo
las hojas del invierno
nos vigilan
y en su mirada
la ciudad resplandece.

Si ella viviera
mi corazón sería un concierto
o un baile de pájaros.
Si desafiara los cielos
y marchara junto a mí
el vapor de la nieve
sería su aliento.

Tú y yo
muñecos de nieve
en las cumbres de Arlington.

Diciembre 25/ 2002

 

De: “Para formar un río”