domingo, 26 de junio de 2016


ALFONSO REYES




Esta Necesidad



Esta necesidad de sacrificio,
que me hace vivir como muriendo,
me subleva de modo que no entiendo
cómo me tiene amor a su servicio.

Quédate, amor y váyase el suplicio
inútil que me tiene padeciendo:
si el alma claro me lo está diciendo,
que amar amor es amar sacrificio!

Cuánto exiges, amor, ay cuánto exiges!
Y cómo en tus oscuros arrebatos
disfrutas, alma, cuanto más te afliges!

Y qué bien miro lo que voy perdiendo!
Y qué bien miro que son insensatos
los que quieren vivir como muriendo!.


"Esta Necesidad" Monterrey 1909.




ELA CUAVAS



  
Balada de la deseada muerte



La muerte seduce el hilo de sangre
que asoma por mi frente.
Atravieso  el patio florecido de jazmines,
aprendí a encogerme y a estirarme
como el gusano por entre los laureles.
Reducida a hoja sobrevuelo la noche
y junto a los pájaros muertos
me desgarro en el follaje.
Triste por no encontrar
suficiente tierra para mis huesos,
vuelvo a entonar esta canción,
como la última canción que cantan
los marineros en la alta noche.



ÁNGEL NUNGARAY



  
Hay una integración de los despojos,
de las sucesivas interpretaciones del asco,
del porvenir que está pariendo moscas
en los acercamientos del habla y la cordura.
Hay un crepúsculo que no se rinde
y que escrupulosamente ya partió
dejando en su huellas como una luz
el remordimiento,
el alza en el costo de los enseres espirituales
y una torpe directriz en la resistencia
del caparazón de las tortugas.


JONATÁN REYES



  
Love Supreme



Creo en un Dios que es todo y nada
y ese Dios es indefinido y absoluto
y somos nosotros
y a la vez es un mundo más allá
que desconocemos, lleno de fuerza
de más sustancia, criaturas, más Cosmos
y más eternidad

Y Dios, pueden ser tus medias
pérdidas en algún rincón de tu cuarto
oliendo a ti, aun calientes
entre el azul y negro al fin del día.
¡Eso es Dios!




ANA CAROLINA QUIÑONEZ SALPIETRO




Otros lugares



El lobo abandona el bosque

Conejos  y topos
empujan a sus primogénitos
fuera de la madriguera

a través de la ventana
se ve la nieve
filas de carros en las veredas
algunas hojas secas

El lobo abandona el bosque

No hay ofrendas.




FÁTIMA VÉLEZ



  
Sótano



que quieres quitar de ahí
las telarañas
las capas de moho
inténtalo
a ver si no aparece de pronto la olla
con el arroz pegado
los guantes amarillos
que protegen
del jabón quitagrasa que te agrieta la piel
y en el silencio
de quien lava platos y olvida poner música
el poema se tararea solo
como si tuviera pies
y quisiera hacer de ti un salto
es
no cabe duda
ese que dice
que se llegó al final de la carrera
y el premio es otra carrera

y si el premio es una pared
y si el premio es mugre coagulado en un sifón
y si todo fondo no es más que horas percudidas en la cortina de baño
la sala donde la luz pega directamente en el reflejo de la infancia
donde también el tema con la luz
es cosa seria

los niños
sus deseos
su canto de sirena
que tratan de arrastrarte
a la inacción
a no ser
otra cosa
que calor atemporal

su belleza
que crece
sobre  filo
en tu garganta
raíz
que no se ve en ningún espejo
pero sabes
si no la cuidas
no la riegas
no la podas
recuerda
poner papel conciencia en las paredes
quien se ha cortado con papel sabe
lo que guarda en sus bordes el blanco


De: “El cuarto de los niños”