"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
viernes, 24 de enero de 2025
ALDO VICENCIO
Tarot
( 0
) juerga de luz, la crítica perdida
sin altisonancia [rueda] la
fortuna en sus radios
mi sombra enrojecida, entre
pichones de agua
presiento la claridad: es el
silencio, es el ardor
Primer Dictado Taquigráfico:
el
poema se desarrolla entre la visibilidad de una febril racionalidad
y el
susurro de una adivinación atrapada en el espejo
el
aire es ac ró stico del devenir
flujo dirigido, el sonido conduce el significado de un paréntesis vacío
entonces
las abren
velas
sin señoría, las respuestas son mías
( 1
) la espuma estéril del tiempo (zurco: el
colgado)
toda la indigente abundancia
es un hilo ensangrentado
que sigue a la aguja
plétora de peces brotando de mi costado
pastor de rieles, aquel era la esclavitud
de mis nombres
[desear ser un hombre de su tiempo es una maldición]
no quedan
semillas en mi cuerpo de amaranto
lo
que desgranan son las lágrimas de un niño herido
(monte hirviendo: los
enamorados)
( 2 ) la fogata, y no el fogón, arrullan la brecha
en la mesa del comedor, el horror que disimulo
un perro abandonado gime al rastro de la velocidad
una
temblorosa línea comunica círculos que marcan las secuencias de la extinción
—los cuartos, las parcialidades, los
secretos—
sendero de verano, la
espinosa yesca en el monte
¿qué nueva salinidad habrá
para mi cuerpo transpirado?
ni siquiera la caída de agua petrificada, ni siquiera la alta piscina
pero ya no hay resistencia, ni contradicción
era la oposición de un esfuerzo olvidado
ángeles del desierto, los olivos se estrechan
[afectos
sin circunstancias, el mazo revuelto de rostros familiares
en la corona del cráneo caen estrellas envejecidas
quisiera pensar que son llamas para mi
seco lenguaje
peor aún: son los brotes de una compulsiva melancolía]
céfiro en la tierra labrada
irredento tríptico, sin el nombre del donante
la herida cicatrizada ladea mis
párpados:
amanece oscuridad
( 3
) he colocado un espejo en mi lengua
(río
infinito: la estrella)
tal vez así los salmos de mis paredes sean
legibles
la nebulosa geometría me dibujará una mercuria
carcajada
la
circunferencia completa, entre ismos, entre ínsulas
la cuña en tablillas, la vocal suelta, el sujeto delimitado: i
no
puedo nombrar sin la suficiencia de la efímera presencia física
no puedo ni siquiera remarcar las coyunturas de mi cuerpo sin reducir la
complejidad
entre las velas abiertas /
/hay una forma de reconocer
el soplo aglutinante del ritmo:
los signos
///////
/////
zurcidos
Contradictado, las
anotaciones manuales:
luminosidad
centelleante, en el nido de mareas se teje una vértebra
hinco todo mi peso en el piso, y sus estrías se enrojecen
tintinea la plaza vacía,
hay una cortina que cubre una silueta desnuda
al
fin, las orillas desoladas
/
el solaz siempre fue la delicia de mi
propia inteligencia / ( 0 )
HUGO OQUENDO-TORRES
Origen de todo principio
la luz,
palabra
inicial
que
el abismo
engendra.
De
este resplandor sagrado lo humano,
cual
río que trasciende la memoria,
arrastrando
consigo nuestros pasos
hasta cruzar los linderos del mito.
En
los portones del Edén los pueblos,
migrantes desnudos de las estepas,
que
en las cavernas crearon a carbón,
bisontes, caballos, uros y mamuts.
Origen
de todo principio
ella,
la
fuente luminosa que consagra
de la palabra los alumbramientos.
IKU TAKENAKA
Fuego
transmitido
¿Alguien
quiere fuego?
Aquí hay un fuego de bonitos colores.
Como una hoguera en un bosque de cedros.
Como un fuego mágico indio.
El fuego que encendió este cigarrillo en mi boca
me lo transmitió hace un tiempo un extraño en la calle.
Un fuego extraño.
Un fuego noble de color aventurina.
¿Alguien quiere este fuego?
El fuego que se transmite de uno a otro y se mantiene vivo.
Una sola persona estaría bien, pero dos
serían aún mejores.
¿No vendrá nadie
antes de que termine este cigarrillo?
IVÁN URIARTE
Apocalipsis now
EL
CHILLIDO de los pájaros se intensifica con la lluvia
que mantiene su sonido de aéreo río
flotando frente a nuestras narices.
Tormentas, tempestades y ciudades arrasadas
trae éste otoño
que aún no arranca las hojas de los árboles
con la pasión que exige la humedad de noviembre.
Las alarmantes sirenas que sombrean la ciudad
sacuden de lamentos el horizonte.
En Kabul y Omar –a–Sharif el cielo se nutre de bombas
y los B-52 dejan caer sus espléndidos racimos mortales
sobre una desértica población
que augura el fin del mundo
el otoño final de una civilización que no se da tregua a sí misma.
Quizá
sólo los pájaros sobrevivirán cuando ya nada
quede sobre la tierra
y sus alas flotando sobre llamas y polvo
serán la última sinfonía que orquestaremos en el estallido final de nuestros
cuerpos.
Sevilla, 4 de
noviembre 2007
ENRIQUE SOLINAS
Broken night
Desconecten
los árboles
y mi
corazón
en
el invierno
de
esta tarde.
Ya
no
QUIERO
esta
oscuridad
en
mi voz,
le
he dado
lo
mejor de mí
a
los muertos.
Y
ahora
sólo
busco
el
resplandor
quebrado
de
la noche
en
la soledad
del
asfalto.
KAMANDA KAMA SYWOR
Frontera
En
páginas inéditas y en las playas de arenas liberadas
del silencio, me adentro legítimamente
en la misteriosa esfera de los vivos, cercanos y
lejanos
La
distancia entre las personas y la flagrante discrepancia entre el ego y el
super-ego me recuerdan quién soy y de dónde vengo. Las fronteras, fuentes de
identidad, enarbolan los estandartes de
la división ante cualquier rastro y cualquier lealtad.
Las estrellas son semejantes nosotros.
Es allí donde la noche y el día se encuentran y se desafían, una visión suprema de libertades y deberes, tabúes y prohibiciones, un margen donde
dominan las reglas a las que nos sometemos toda la vida,
y donde los prejuicios se mezclan con las frustraciones y la gente, para
satisfacer sus deseos, se esfuerza por cruzarla, en cuerpo y mente, constreñidos desde el principio por nuestro
destino contrariado.
Entonces,
mientras la pasión talla surcos invisibles en el alma como ríos, mide el tiempo
perenne.
En
lo profundo del cielo en movimiento de nuestras pruebas, nuestros sueños
vestidos de relámpagos anuncian el advenimiento de una humanidad sin límites.
Ahora
el tiempo, congelado en la imaginación del hombre mantiene su halo suspendido sobre
cada latido del corazón ¡Aliento de orígenes en las alas del viento!
El
mar oye crecer sus olas salvajes en las orillas desiertas de la esperanza. El
equilibrio parece haberse roto entre el hombre y la tierra en suspenso.
Y
nuestra errancia en el umbral del mundo, ¿es sólo una ilusión? Recuerdo el lenguaje de los relámpagos.
Los
creyentes en busca de la verdad suben las colinas talladas con anécdotas a la llamada
de la ausencia suprema.
¡La
frontera no es absoluta! La frontera apenas es inmutable ¡Piensa, oh soñador del infinito, en tus incansables
pasos errantes por los senderos ocultos de tus mañanas!
Y es
el exilio el que declina para ti sus más extraños designios
19 de noviembre de
2022
De: “L’espoir, source de vie”.