Apocalipsis now
EL
CHILLIDO de los pájaros se intensifica con la lluvia
que mantiene su sonido de aéreo río
flotando frente a nuestras narices.
Tormentas, tempestades y ciudades arrasadas
trae éste otoño
que aún no arranca las hojas de los árboles
con la pasión que exige la humedad de noviembre.
Las alarmantes sirenas que sombrean la ciudad
sacuden de lamentos el horizonte.
En Kabul y Omar –a–Sharif el cielo se nutre de bombas
y los B-52 dejan caer sus espléndidos racimos mortales
sobre una desértica población
que augura el fin del mundo
el otoño final de una civilización que no se da tregua a sí misma.
Quizá
sólo los pájaros sobrevivirán cuando ya nada
quede sobre la tierra
y sus alas flotando sobre llamas y polvo
serán la última sinfonía que orquestaremos en el estallido final de nuestros
cuerpos.
Sevilla, 4 de
noviembre 2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario