miércoles, 14 de diciembre de 2022


 

ANAT ZECHARIA

 

  

Herzl dijo

 

 

Herzl dijo
manos arriba
Herzl dijo
pon las manos sobre la cabeza
Herzl me dijo cuenta
hasta tres
Herzl dijo lámete
los labios
Herzl me dijo ponte
de rodillas
Herzl dijo huele
el olor del varón es bueno
para la salud
Herzl dijo ven
ahora nos desnudaremos
Herzl dijo yo profetizo desde mi carne
ábrete de piernas
date vuelta.
Herzl, dije,
yo me dilato yo me expando
yo contemplo mi jardín del edén
perdido para ti
porque la verdad me sobreviene
únicamente cuando estoy sola
mordiendo una manzana.

 

 

TERRANCE HAYES

 

  

Dios es Americano

 


Sigo amando las palabras. Cuando hacemos el amor en la mañana,

con tu piel húmeda por la ducha, el día se calma.

Schadenfreude¹ debe ser la mejor manera para nombrar la cobertura

de la adultez, el azúcar glass en una camiseta blanca. Estoy

 

solo ahora en el piso de arriba arrastrado por la obsesión, por la tinta

en mis dedos. Y a veces es un nombre difícil.

A veces es como el mundo antes de América, el parentesco

entre tontos y cazadores, los niños, el sueño aturdido

 

de madres sin estilo. Una palabra puede ser la huella impresa

en un cuadrado de cemento fresco y el glaseado de la mañana.

Tu respuesta a mi beso es tengo una cavidad. Estoy

enamorado de lo incompleto. Estoy aferrado a tus amarres.

 

Sí, tengo una buena idea de lo que es la belleza. Sobrevive

bien. Duele como un libro abierto. Hace difícil vivir.

 

Versión de Andrea Rivas

 

 

1.           Palabra en alemán compuesta por schaden (daño) y freude (placer); sentimiento de placer o alegría provocado por el sufrimiento o infelicidad del otro.

 

 

ROSAMEL DEL VALLE

 

  

Visita

 

 

Por fin los corales han dado con las piernas y mecen rumores
En el lecho de la soledad hecha de nidos.
Cuando los sueños flotan y el hombre desinfla el aire que pasa
Saben que alguien despierta en el ruido de la noche terrestre.
Amor del océano que escribe con uñas en la arena apagada
Lo que la ola reduce a cuerdas líquidas.
El mensaje impone un orden en que los peces se detienen y naufragan.
Y algo de lo que toca se ilumina y algo de lo que no se ve deja caer su escama.
Porque los corales visitan un cuerpo y conocen lo que significa si el sueño
Toma la forma de un signo que desciende entre húmedos dedos marinos.

 

 

JAVIER BOZALONGO

 

  

Cenizas

 

 

Queda una luz al fondo del pasillo,
una música al fondo del oído,
una palabra al fondo de la boca,
una imagen al fondo del recuerdo.

Queda también un plato en la cocina;
un libro sin abrir sobre la mesa
con su final ya conocido;
un beso por el aire
con miedo de estrellarse contra el suelo;
un sello tembloroso
ante cartas no escritas;
un déjame decirte, un duérmete a mi lado;
un no vengo a comer, tengo mucho trabajo;
un si te vas no vuelvas, un no te vayas nunca.

¿Quién provocó el incendio que dejó estas cenizas?

 

 

 

LUIS OYARZÚN

 

 

Verso final

 


Mi destino es amar, y esa es mi gloria.
No ambiciono otra cosa, sólo quiero
de mi amor conservar siempre este fuego.
Algo gira en mi pecho, algo presiona
la materia que tengo y la incorpora
en el polen que rueda con misterio.
Por la atmósfera amante, privilegio
de quien ama y descubre hasta en la gota
separada del mar que se desborda,
su deseo divino y su destello.
En el jardín que bulle me recuesto
los insectos se duermen en las rosas
y sus sueños presiento cuando toca
el alma del jardín mi pensamiento.
Mi destino es amar: donde contemplo
descubro sólo paz y nunca sombra.
La creación entera me perdona
mi tardanza en llegar hasta su centro,
y un calor donde encuentro lo que quiero
circula por mi pecho y me transforma.

 

 

MARÍA LEFEBRE LEVER

 

 

El hijo

 

 

Señor, que nunca llegue, que lo lleve dormido,
siempre en el corazón; déjalo en la cunita
de tan hondo cariño, señor, que nunca llegue.
Escúchame, señor.

Si lo amo tanto, tanto, cómo querer Dios mío,
Entregarlo a la vida; déjame mi tesoro.
Por él, señor, soy buena, mientras vaya con él
No marcharé perdida.

Quién pudiera besarlo, tenerlo entre los brazos,
Sollozo en mi dolor; pero tú sabes, Dios,
que no quiero dañarlo, déjamelo dormido
Envueltito en mi amor.

Y al pensar que lo llevo así, lleno de gracia,
Gozar con la emoción de sentirlo tan mío.
Señor, que nunca llegue, siempre en el corazón,
¡Déjamelo dormido!

Si lo amo tanto, tanto, cómo querer, mi Dios,
entregarlo a la vida.