martes, 14 de enero de 2020


EDGAR LEE MASTERS





Elmer Karr



Sólo el amor de Dios pudo hacer
que el pueblo de Spoon River se enterneciera
y me perdonara a mí,
que ofendí la cama de Thomas Merrit,
además de asesinarlo.
¡Oh, corazones benévolos que me aceptaron
al regresar de la prisión después de catorce años!
¡Oh, almas caritativas, que en la iglesia me recibieron
y escucharon llorando mi confesión penitente
comulgando con el pan y el vino!
Arrepentíos, vosotros los vivos, y descansad en Jesús.


LUCILA NOGUEIRA





Poema XX de “Reflectores”

Para Sergio



Camino entre las butacas de patio
Desde mi nacimiento que estoy high
Eres mi personaje predilecto
En fin, no vale la pena dramatizar

La ciudad cambió y quien devuelva
Los fines de tarde en la mesa del Mustang

Las citas en el bar de la Libro 7
El strogonoff de la cantina Star

Cierre este libro y no abra los e-mails
Todo mi error fue pensar demasiado

Baile tecno house o heavy metal
Bolero, pagode, frevo y forró,

Los pájaros están cantando fuerte
En la súbita claridad de la mañana

Cercada de neón y rayos láser
Es la hora de acabar el show

Camino entre las butacas de patio
El último que salga que apague el reflector.



GEORG TRAKL





En un viejo álbum



Insistes en volver, melancolía,
Mansedumbre del alma solitaria.
Un día dorado arde hacia su fin.

Humilde, un hombre paciente cede ante el dolor,
Recitando armonías, gentiles locuras.
Mira, está oscureciendo.

De nuevo viene la noche y un agonizante se lamenta,
Y otro sufre junto a él.
Estremecida bajo las estrellas de otoño,
La cabeza, cada año, se va inclinando más y más.


PEDRO GANDIA





Batalla última



Abrumador ejército de lanceros embiste
satánica belleza en ajustado cuero.

Los potros se encabritan por su cintura ígnea,
por sus ojos de turbios y anhelantes rubíes,
por sus labios –venero de besos criminales–.

El gímnico celeste afila sus estrellas.
Y, en la tiniebla, grita la pasión de los hierros.

Los hijos de la noche destruyan el poemario.
Jamás haya otra lumbre que el hipnótico espejo
líquido de la pátera
del infernal doncel.


De: "Amuatar"



YANKO GONZÁLEZ




  
Casa della Palma


Te gustan los libros
Y los nudos
Porque puedes cerrarlos cuando quieres.

Y los techos y los postes y los puentes
Porque sabes que terminan en tu cuello.

Sostienes a la inversa todo lo que cae
Para los que inhalan y para los que exhalan
En esta gravedad probable.

Antes tenías ideas.
Ahora sólo tienes memoria.




PAOLA R. SENSEVE T





1



hace mucho que no hago nada, mamá
ningún movimiento muscular
o espásmico

soy un cúmulo de resistencia
rumiando un relámpago que no llega
esperándolo
para poder escribir
y rotar sobre mi propio eje genético

un segundo después de tu muerte, abuela,
nuestros cuerpos se van a tornar
en cristal
en plastilina sumergida en agua
o en el rigor de una espera
infectada por la impaciencia


hace meses que no hago nada, mamá
nada que te pueda inflar el pecho de orgullo

me he limitado a sacar la basura
en bolsas negras
a masticar carbohidratos
a imaginar qué haremos el día
en que el cuerpo de mi abuela
se desintegre en luz que
posteriormente se posará
con todo su peso

sobre nuestras narices