"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
viernes, 11 de agosto de 2017
CARLOS VITALE
Apariciones
El mar,
pintado,
y la
isla
que
desaparece,
no del
recuerdo
sino
del instante.
DANIEL ULLOA
Requiem para un pájaro azul
Cierto
día Neruda
apareció
con un gorrión entre los dientes.
Aurelia
se puso como loca.
Así que
intervine,
entre
la humanidad
bien
intencionada de mi mujer
y el
instinto indomable
del
felino macabro.
Se
escuchaban alaridos, gruñidos y escobazos,
que al
final terminé recibiendo
también
yo.
—!Si
sos poeta, defendé al pájaro!— dijo Aurelia,
como
último recurso.
—!Andá
y buscá a Garcín en otro lado
y dejá
al animal en paz!— dije,
la
palabra “paz”
fue un
martillazo,
fin de
la discusión:
La
noche es la patria de los gatos,
el
silencio
y la
soledad
son sus
mejores estrategias.
La
exactitud
de su poesía
se
agudiza
en el
filo de sus garras
y en la
frialdad de sus pupilas.
Millones
de años
refinaron
a este felino
en el
calculado arte de cazar,
su vida
y su belleza
está
diametralmente en concordancia
a las
muertes que,
en un
acto de acrobacia letal,
ocasiona
como un crimen perfecto.
El gato
continuó gruñendo,
agazapado
con su presa entre los colmillos,
de la
cual devoró sólo la cabeza
y dejó
el resto
del
cuerpecito emplumado,
como
una ofrenda,
para
disputar
entre
Aurelia y yo.
ODETTE ALONSO
Punto cero
Una
saeta me apunta desde el rabillo del ojo
tu
perfume da a la tarde un sinsentido.
De un
hilo cuelga el beso
de esa
línea invisible trazada sobre el aire
como el
vuelo de un insecto.
¿Puede
llamarse beso
a ese
destello
alejado
de los labios
que se
muerden
del
ardor que evoca esa palabra?
El
tiempo pasa
sobre
las dos
inalterable.
Éste es
el punto cero del amor.
ROSA ALCALÁ
Ofrenda
Acurrucada
en la
axila
tu
cabeza, mi sudor
carga
combustible de cohete
bautizo
desde
las más profundas
capas
de mi grasa. Una red
lanzada
contra mí
por los
estivadores
del
insulto público.
Radioactiva
en partes
por
millones
Retardantes
de
llamas
Mi
leche
Te doy
como
cuando
le di
mi tiroides
a la
industria.
MARINA KOHON
III
como
abrir y cerrar
con los
ojos ciegos
y
no tener más que
preguntas
de un
azul mucho más lejano
IRIS VIOLETA PUJOLS
Más allá de la luz
Dios nos cobijó
con su energía cósmica.
Cerró
los ojos
nos
susurró al oído.
cómplice
del placer
que nos
embriagaba
dejó
escapar una sonrisa.
Diluido
nuestro espíritu
en su
transparencia astral
volamos
más allá de la luz.
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