Punto cero
Una
saeta me apunta desde el rabillo del ojo
tu
perfume da a la tarde un sinsentido.
De un
hilo cuelga el beso
de esa
línea invisible trazada sobre el aire
como el
vuelo de un insecto.
¿Puede
llamarse beso
a ese
destello
alejado
de los labios
que se
muerden
del
ardor que evoca esa palabra?
El
tiempo pasa
sobre
las dos
inalterable.
Éste es
el punto cero del amor.
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