sábado, 12 de diciembre de 2020

SANDRA SANTANA

 


 

 

¿O se trató de un robo?

 

El púrpura

al molusco, el negro

al hueso

calcinado, y el verde

al cobre.

 

Pensad en los barcos

que vinieron de Chipre:

 

aquellas telas

donde imaginaron

los antiguos

 

—mezcla de metales

y arena del desierto—

 

un cielo poderoso.

 

 

JOSEP M. RODRÍGUEZ

 


 

 
Pequeña digresión

 



Cierras la mano,

y lo que escondes dentro

es mi curiosidad.

Mundo de sensaciones:

vuelvo a encerrarme en mí

y en la quietud de lo que nos rodea.

No sé si me comprendes.

Siempre he tenido miedo a los inicios

y el hermetismo, a veces, es sólo timidez:

El tigre es una jaula piel adentro.

No temas el silencio de los parques.

También para nosotros ha de llegar el frío

que nos vuelve mejores.

No sé si me comprendes:

Nadie posee aquello que perdura

y tu cuerpo es mi única esperanza.

Mundo de sensaciones.

Te cojo de la mano. Me detengo.

Somos raíz hundiéndose en la tierra.




JULIETA BERRIEL

 

 

 

4.

 

 

harta de quemarme con la luz
quiero morder la sombra
en la punta de le lengua
donde tengo la escritura
una lengua móvil multiforme

 

no basta aquello a lo que accedo
la transparencia

 

intrigada en un bucle
indago con las palabras
desgarros que se resisten a la etiqueta
los lleno de saliva como a las heridas

 

quiero masticar el abismo allí
en el umbral de la lengua
donde no entra ni el silencio
solo la nopalabra

 

 

DIANA MONCADA

 


 

 

 

Dijo cielo
cuando pensó en las partículas
que se doblan
la imagen es confusa
hay niños corriendo
en la mudez el acto en suspensión
paisajea la noche
de hambre
y los criadores de octubre
han regresado
con las manos vacías
alguien preguntó
hasta dónde la duración se vierte
ya no sé hablar
las piedras suenan
y viene la historia
palidece la esfera de no saber
y callo
la madre se dobla entre la madeja
y el círculo abre su fe

 

CHRISTINA THATCHER

 

 

 

Incendio provocado

 



Para ser considerado un incendio provocado, este
debe ser encendido con intención de causar peligro.
Si un edificio está ocupado y el incendio
mata gente dentro, esto es de primer grado.
Si un edificio está desocupado pero es destruido,
esto es de segundo grado. Si un incendio causa un peligro
(indefinido) pero nadie muere, y el edificio
no se quema completamente, esto es de tercer grado.
Pero los estatutos no son claros sobre qué sucede
cuando vivís en una familia de pirómanos y cada hogar
que ocupás se quema hasta los cimientos, una y otra vez,
y cada noche debés volverte más rápida en reconstruir,
en practicar la respiración superficial cuando el humo entra
a tu cuarto, y tenés que aprender el arte de la prevención:
recoger madera húmeda, trenzar cuerdas con sábanas para escapar por las ventanas,
echar arena para gatos en los tanques de gasolina. Los estatutos no son claros
sobre qué pasa cuando heredás un incendio provocado, cuando cortás
tu brazo y sangrás fuego. ¡Fuego!

 

JÚLIA DE CARVALHO HANSEN

 

 



De la palabra salir

habitar otros mundos

la espina dorsal del pez

lamer hasta limar los dígitos.

Dar los tímpanos

al vibrar los grillos

reconocer la llegada del trueno

en el desplazar de la sangre

y al anteceder terremotos

¡subir! En lo alto del árbol

y caer con el rabo

enredando un gallo

colgarse en la bóveda celeste

soplar el rumbo de los polos

y de las mareas que vienen de los polos.

No conocer despedida

viaje o culpa

código, símbolo o cuchillo.

Nunca alterar la ruta del fuego.

Ser selva, veneno. O fruto.