"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
jueves, 1 de mayo de 2025
VIVIANA PALETTA
Este es mi cántaro
mi
botijo de agua y huesos.
Aquí
dentro estoy
en
la sombra errante de la tierra
una
roca al vent.
Bebo
de mí
veo
de mí el guijarro
y
una gota y el serrín.
Soy
un muñeco de arenisca
y
migajas de tiempo
con
mal de altura.
De:
“Arquitecturas fugaces”.
DAVID HERNÁNDEZ SEVILLANO
El
secreto del ventrílocuo
La
vida ha sido un edificio en obras
Joan Margarit
Nunca
acabaste de contar tu historia.
Siempre
se interponía alguna otra
en
medio de los dos:
…a
propósito de esto hubo un derviche
que abrió una tienda cerca de mi barrio…
cuentos
del mar, residuos de la noche.
…¿recuerdas
a Graciela,
aquella joven música argentina?
Yo
siempre preguntaba
por
ese verso agónico, invisible
que
anidaba en tu lengua
y tú
siempre escapabas con aquel
…conozco
un zahorí.
Lleva a su amada dentro de un bolsillo
y es dulce en un paisaje de manzanas…
batir
de alas
en
forma de suceso irrenunciable.
Se llama Trinidad
y cuenta ciento doce primaveras…
Hace
ya un año que te despediste.
Llovía.
Hacía frío. El cementerio
era
un final en obras
que
no estaba a la altura de tu vida.
Yo
sé que no era amor ese intercambio,
sin embargo
tengo que confesar
que
hoy he vuelto a tu casa
—no
ha sido nada fácil,
tus
muñecos y mi ánimo cedieron
poco
después que tú—
en
busca del final que me negaste,
a
encontrar tu lugar en mi pasado.
No
hay acierto posible
ni
error en nuestras huellas.
Cada
renuncia, cada decisión
también
fue una victoria.
De:
“El arcón de los títeres”.
CZESŁAW MIŁOSZ
Estudio
de la soledad
¿Un
guardián de conductos de larga distancia en el desierto?
¿Un equipo de un solo hombre para una fortaleza en la arena?
Quienquiera que él fuera. Al alba vio las surcadas montañas
El color de las cenizas, encima la fundida oscuridad,
Saturada de violeta, irrumpiendo en un fluido carmín,
Aún permanecerían, inmensos, en la luz naranja.
Día tras día. Y, antes que lo notara, año tras año.
¿Para quién, pensó, ese esplendor? ¿Para mí, solitario?
Aún permanecerá aquí por mucho tiempo después que yo perezca.
¿Qué es eso en el ojo de una lagartija? O cuándo fue visto
por un pájaro migratorio?
¿Y si yo soy toda la humanidad, existe ella a si misma sin mí?
Y sabía que no se acostumbraba pregonarlo, por ninguno de ellos
se salvaría.
Versión
de Rafael Díaz Borbón
CARLOS SAHAGÚN
A
imagen de la vida
Qué
niño irá a caballo pensativo
hacia el mar insondable
para contarnos una dura historia
de despojos guerreros y de hambre
como aquel mediodía que revive
aún hoy
bajo los cascos sollozantes.
Tal vez la vida sea para otros
asunto menos grave
música que escuchamos desplegada
dulcemente en el aire
larga espera en la seguridad
de que el tren llegará temprano o tarde.
Mas para mí no puede ser sino dolor
hecho a su imagen.
Mi porvenir y mi principio
son una misma escena inolvidable
el mar que emerge eternamente
al fondo de una calle
y un niño y un caballo derribados
tragados por el oleaje.
MELCHOR LÓPEZ
La
paz, en Braga
Para Antonio y Mari Ramos
Posiblemente
fuera por el frescor desprotegido de la piedra. O por el hálito de novicia de
la brisa que soplaba en el jardín descuidado. O por el canto de los pájaros que
tejían minuciosos las arañas de la tarde. O tal vez fuera por ver a aquella
anciana diminuta, encogida en su cuerpo derrotado, aquella anciana, portuguesa
de tan pobre, que rezaba sola en la iglesia de los Congregados. O tal vez fuera
por las campanas que resonaban con sus ritmos semejantes dentro de la campana
del aire. O porque mi espíritu estaba en vilo, recogido, envuelto en su
misterio interior, dispuesto a dejar sonar su escondida arpa al más ligero
roce. Debió ser por todo esto por lo que me asaltó la paz en Braga. Debió ser
por todo esto, y por algo más, algo irreductible al conocimiento, por lo que la
paz, insospechadamente, me asaltó en Braga; la paz que apaciguó durante unas
horas mi exaltado espíritu y me hizo estar en conformidad con todo: con dios, el
mundo y los hombres, este mundo que creó un dios y que destruyen los hombres,
los hombres que son y no son de dios.
De:
“Según la luz”.
MARÍA LORENTE
IV
Sólo
cuando me sentí
sin mis manos,
mi voz,
mi mirada,
tuve miedo.
Y
todo esto
y lo que vi
fue la mentira
más verdadera de todas.
De:
“Magia es lo que ves”.