sábado, 1 de febrero de 2025


 

JAIME CAMPILLOS

 

 

 

Fuga

 

 

He llorado sobre tu cadáver
con signos de asfixia en el cuello.
Voy a deshacerme de ti cuando se derrita la nieve
y la tierra no esté tan dura.
El sol del mediodía nos ha recordado
que venimos de otra estación.
De momento, solo puedo irme muy lejos,
huir por la escalera de incendios
y escapar de la Interpol
llevando en una bolsa los días que me diste.

  

De: “Los días siguientes”

 

 

 

CRISTINA PERI ROSSI

 

 

 

La memoria es una forma del amor

 

 

La memoria es una forma del amor.
Te recuerdo
y me dueles
como el dolor del miembro ausente.
Aquel que ya no está
no puedo tocar
ni acariciar
pero insiste en vibrar en estremecer mis fibras interiores.
Entonces te vuelvo a amar
te conviertes en fantasma
y te sueño todavía
y en el sueño te beso y acaricio
y tú sonríes, completa por fin.

 

 

De: “Fata Morgana”

 

 

IVÁN URIARTE

  

 

Maxine Kunin recuerda la última vez que vio a su amiga Anne Sexton

 

 

A más de treinta años del acontecimiento

recuerdo claramente que cuando Anne volvió a mirarme

franqueando la puerta de mi apartamento

sentí un profundo escalofrío.

Fue un cuatro de octubre de 1974.

Partió en su coche. Al llegar a su casa

 se encerró en el garaje

y dejando el motor del carro encendido

se sentó a esperar frente al volante

ventanas abiertas

a la muerte que había perseguido

hasta acorralarla ese día.

 

Nos habíamos conocido en un taller de poesía en 1957

y congeniamos a partir de ese día

convirtiéndonos en las críticas más duras del trabajo de cada

                                                 una.

Eramos poetas de máquinas de escribir y papel carbón sobre

                                                 folios amarillos

lo cual me recuerda que los movimientos de defensa de la mujer

                                                estaban en sus comienzos.

No era fácil entonces para una mujer figurar como poeta

pero poco a poco nuestros poemas fueron pasando de revistas

                                                 literarias con escasos lectores

a las páginas de The Atlantic, The New Yorker, Harper’s Magazine

                                                                                y The Saturday Review of Literature.

 

¡Qué cambios han sobrevenido

desde aquellos días cuando se creía que las mujeres sólo eran

                         capaces de escribir poemas domésticos

poemas sobre mariposas, la primavera y nubes con forma de cordero!

Con Anne escribimos poemas acerca de la menstruación, la masturbación,

                                                            el adulterio, el incesto, el aborto

       o la adicción a las drogas mismas.

Claro estabamos tocando un filón, una cantera: la poesía confesional como

                                                la bautizaron los mismos críticos que la

                                                negaban sin imaginar que después se les

                                                revendría casi como marca comercial.

Y asi con el tiempo “los aspectos más patéticos y repugnantes de la

                                                experiencia corporal ”

se transformaron en material útil y sencillo para definir una lírica

                                                narrativa ruptural

como se demuestra con solo referirnos a la poesía de Allen Ginsberg pasando

                                                                                     por Robert Lowell y W.D. Snodgrass.

 

 

¡Sacré Anne !... durante muchos años mantuvo correspondencia con

                                                             Un guapo jesuita

y más tarde volcose toda ella con un anciano sacerdote al que

                                                               una vez

desesperada llegó a rogarle que le administrara la extrema unción por teléfono.

 

Hoy, treinta años después, no logro conciliarme con su ausencia

siento que si la medicina sicotrópica falló para tratar sus depresiones

sólo la poesía la mantuvo viva durante todo el tiempo que la frecuenté

y advierto sin saber hasta dónde

que las mujeres poetas estamos en deuda con ella en el abordar

                                                              y superar los erizados temas

que hizo suyos

atreviéndose a sacudir tabúes que nos hicieron sin restricciones

                                                            ni prejuicios

poetas de nuestro tiempo.

 

EFRAÍN JARA IDROVO

 

  


Amarga condición

 

 

El mar está ahí.

El agua de por sí es evidente:

elástica y compacta,

se deja estar, indiferente, en su volumen.

El caballo está ahí.

¡Indeleble presencia!

Tiembla el bosque en sus ojos,

cuando huele a la yegua…

 

¿Qué sucede contigo?

Sólo menguas en vez de acrecentarte,

como un río,

cuyo caudal exiguo,

lo hará languidescer en las arenas.

 

Crees fijar la espléndica

diadema de los astros

y ya es otro quien se obstina en la imagen:

el que, sí es, no es el mismo,

el que al brillar se extingue

para recomenzarse.



MING DI

 

 

 

En Gaza

 

  

ni los pájaros son libres

 

deben volar alto

 

más alto que las nubes

 

más arriba que la luz

 

para escapar del

 

bombardeo

 

 

Versión de Dulce Chiang