"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 29 de abril de 2019
EPPE SALVIA
Carta
Viene
por la noche, es verdad, silencioso
llueve una luz de sombra y cómo
fueron nuestros sentidos inevitables
repentino, nos quejamos
una ciencia más amplia.
llueve una luz de sombra y cómo
fueron nuestros sentidos inevitables
repentino, nos quejamos
una ciencia más amplia.
Teniendo
el fruto de eso
llamativo, la bella lujuria,
e incluso la sombra de los susurros
y juegos, como niños.
llamativo, la bella lujuria,
e incluso la sombra de los susurros
y juegos, como niños.
Pero sé
que Serena no puedo,
en estos tiempos marcados por el secreto
de los cuales uno invade
nuestra intimidad,
vivir ahora si no con tanta dificultad
y tan ligero.
en estos tiempos marcados por el secreto
de los cuales uno invade
nuestra intimidad,
vivir ahora si no con tanta dificultad
y tan ligero.
De esta
amarga dificultad, ya es cada vez más cierto
un sentimiento de alegría, a la manera
eso en la tarde juntos
salir a la calle
claro, lo vi, en la sombra
y de secreto,
estamos entre las luces perdidas
seres más leves que aquellos
vino antes que nosotros
él solo tuvo que sufrir
un sentimiento de alegría, a la manera
eso en la tarde juntos
salir a la calle
claro, lo vi, en la sombra
y de secreto,
estamos entre las luces perdidas
seres más leves que aquellos
vino antes que nosotros
él solo tuvo que sufrir
salvado
casi por casualidad, y en este pródigo.
Los
besos son hermosos regalos.
ELIZABETH DARYUSH
Subalternos
Ella le
dijo a uno: "¡Cómo brilla
Mi corazón ante el pensamiento ardiente
de la gloriosa agonía de la batalla!"
Él dijo: 'Para nosotros que luchamos
Son recuerdos helados
Que deben congelarse para siempre
Las horas de sol que compraron'.
Ella le dijo a uno: "¡Cuán ligero
debe ser ahora tu corazón liberado,
después de la dura pelea!"
Dijo: "Bueno, no sé ... ...
La guerra sacudió a uno, de
alguna manera, noqueó a uno ...
Ahora. la vida es tan letalmente lenta.
Mi corazón ante el pensamiento ardiente
de la gloriosa agonía de la batalla!"
Él dijo: 'Para nosotros que luchamos
Son recuerdos helados
Que deben congelarse para siempre
Las horas de sol que compraron'.
Ella le dijo a uno: "¡Cuán ligero
debe ser ahora tu corazón liberado,
después de la dura pelea!"
Dijo: "Bueno, no sé ... ...
La guerra sacudió a uno, de
alguna manera, noqueó a uno ...
Ahora. la vida es tan letalmente lenta.
FLORBELA ESPANCA
Gándara en Flor
Rellena
mi pecho, en un encanto mago,
El
frémito de las cosas dolorosas…
Bajo
los urces quemados nacen rosas…
En mis
ojos las lágrimas apago…
¡Ansío!
¡Alas abiertas! ¿Lo que traigo
En mí?
¡Escucho bocas silenciosas
Murmurarme
las palabras misteriosas
¡Que
perturban mi ser como un halago!
Y, en
esta fiebre ansiosa que me invade,
Desnudo
mi palio, mi burel,
Y ya no
soy, Amor, Sóror Saudade…
Ojos
ardiendo en éxtasis de amor,
Boca
sabiendo a sol, a fruto, a miel:
¡Soy la
gándara ruda abriendo en flor!
ILARIE VORONCA
MIRA
Qué flexible es el pedestal del alma
como un dedo el pequeño zueco toca el teclado de piedra
las piernas tienen una cadencia como de agua en marcha
el alma conoce la pupila de los senderos.
El diamante de las cimas rompe el cristalino vuelo del halcón
pero la pupila del alma ha encerrado las alturas
los cerrojos de roca no le asustan
lleva sobre sus hombros el peso de las hojas
y los gritos brotan de ella
como del agua de los ríos las gaviotas.
1923
Versión de Pablo Neruda
JOHN HAINES
El túnel
La
desaparición comienza contigo,
siempre
listo para girar,
buscando
un cambio,
una
máscara, un rostro que no es tuyo,
un
vacío repleto de raíces
que el
rencor suspira.
Dejas
en la íntima distancia
una
sombra, o la concha
de una
sombra,
quieta,
durmiendo a mi lado.
Todas
las señales se disipan
por la
corriente de tu paso:
campos
y ríos, calles
que no
conozco, tu propio nombre…
Tu cara
es un túnel de luces
que ya
no alcanzo a mirar.
EVA STRITTMATTER
SOS
Puede que sólo se trate de la tristeza
habitual de noviembre.
El no quiero nada y no sé nada.
La falta de ánimo y de ganas.
Disfrazada de enfermedad y miedo a la muerte
susurra el fin, el fin…
Quizá, como siempre, basta un día soleado
para que se produzca el cambio…
Hang-over de oscuridad.
Asqueada de la lluvia.
El amor y las palabras se vuelven inciertos
en el Océano Pacífico del tiempo.
El tsunami de lo absurdo.
Arrojada al suelo: yo.
Insignificante. Existo existo.
Un radiograma de mí para mí.
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