"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 5 de abril de 2016
ALFONSO REYES
La
amenaza de la flor
Flor
de las adormideras:
engáñame y no me quieras.
¡Cuánto el aroma exageras,
cuánto extremas tu arrebol.
flor que te pintas ojeras
y exhalas el alma al sol!
engáñame y no me quieras.
¡Cuánto el aroma exageras,
cuánto extremas tu arrebol.
flor que te pintas ojeras
y exhalas el alma al sol!
Flor
de las adormideras.
Una se te parecía
en el rubor con que engañas;
y también porque tenía
como tú negras pestañas.
Flor de las adormideras.
Una se te parecía…
(Y tiemblo sólo de ver
tu mano puesta en la mía:
tiemblo no amanezca un día
en que te vuelvas mujer.)
Una se te parecía
en el rubor con que engañas;
y también porque tenía
como tú negras pestañas.
Flor de las adormideras.
Una se te parecía…
(Y tiemblo sólo de ver
tu mano puesta en la mía:
tiemblo no amanezca un día
en que te vuelvas mujer.)
("LA
AMENAZA DE LA FLOR", Constancia Poética OC X.)
HÉCTOR DE PAZ
(Hay
esquirlas de furor en cada poro)
Hay esquirlas de furor en cada poro
(transpiramos)
y
esta sed
ávida de labios
ávida de labios
estas
bocas
ahítas de piel.
ahítas de piel.
De: Ahogada lumbre la sangre (2006)
CONCHA MÉNDEZ
La
risa
Alguien dijo que «la risa
es la gran enterradora».
Algo se me está enterrando
porque río a todas horas.
Alguien dijo que «la risa
es la gran enterradora».
Algo se me está enterrando
porque río a todas horas.
JOSÉ MARTÍ
Como
fiera enjaulada
Como
fiera enjaulada
Mi
asiento dejo -empujo la entornada
Puerta,
vuelvo a mi libro,
Los
anchos ojos en sus letras clavo,
Como
cuerdas heridas, tiemblo y vibro,-
Y
ruge, y muerde el alma atormentada,
Como
en cuerpo de mármol encerrada.-
ROSALÍA DE CASTRO
Una sombra
tristísima, indefinible y vaga...
Una sombra tristísima, indefinible y vaga
Como lo incierto, siempre ante mis ojos va
Tras de otra vaga sombra que sin cesar la huye,
Corriendo sin cesar.
Ignoro su destino...; mas no sé por qué temo
Al ver su ansia mortal,
Que ni han de parar nunca, ni encontrarse jamás.
Una sombra tristísima, indefinible y vaga
Como lo incierto, siempre ante mis ojos va
Tras de otra vaga sombra que sin cesar la huye,
Corriendo sin cesar.
Ignoro su destino...; mas no sé por qué temo
Al ver su ansia mortal,
Que ni han de parar nunca, ni encontrarse jamás.
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