La
amenaza de la flor
Flor
de las adormideras:
engáñame y no me quieras.
¡Cuánto el aroma exageras,
cuánto extremas tu arrebol.
flor que te pintas ojeras
y exhalas el alma al sol!
engáñame y no me quieras.
¡Cuánto el aroma exageras,
cuánto extremas tu arrebol.
flor que te pintas ojeras
y exhalas el alma al sol!
Flor
de las adormideras.
Una se te parecía
en el rubor con que engañas;
y también porque tenía
como tú negras pestañas.
Flor de las adormideras.
Una se te parecía…
(Y tiemblo sólo de ver
tu mano puesta en la mía:
tiemblo no amanezca un día
en que te vuelvas mujer.)
Una se te parecía
en el rubor con que engañas;
y también porque tenía
como tú negras pestañas.
Flor de las adormideras.
Una se te parecía…
(Y tiemblo sólo de ver
tu mano puesta en la mía:
tiemblo no amanezca un día
en que te vuelvas mujer.)
("LA
AMENAZA DE LA FLOR", Constancia Poética OC X.)
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