domingo, 24 de mayo de 2015

SERGIO GARCÍA





 
El amor no se ira                                                 
  

El amor no se ira
antes de tiempo
será un artero tatuaje tu recuerdo
extendido por la vasta piel de mi memoria

Se ha ido solamente
tu presencia, sencilla, cotidiana, transitoria
tus manos que trasmite su sapiencia
los cuerpos unidos que proyecta una sombra

 

 




 

LÍBER FALCAO


 

Lo que fue

 

Vienes por un camino
que mi memoria sabe,
y me detengo entonces
indagándote el rostro.

Mas ¡ah!, ya no es posible
siquiera, no es posible
detenerte un instante.

Todo está muerto, y muerto
el tiempo en que ha vivido.
Yo mismo temo, a veces,
que nada haya existido;
que mi memoria mienta,
que cada vez y siempre
–puesto que yo he cambiado–
cambie, lo que he perdido.

 

AMADO NERVO


 

No sé quién es...

 

¿Quién es? -No sé: a veces cruza
por mi senda, como el hada
del ensueño: siempre sola...
siempre muda... siempre pálida...
¿Su nombre? No lo conozco.
¿De dónde viene? ¿Do marcha?
¡Lo ignoro! Nos encontramos,
me mira un momento y pasa:
¡Siempre sola...! ¡Siempre triste...!
¡Siempre muda...! ¡Siempre pálida!

Mujer: ha mucho que llevo
tu imagen dentro del alma.
Si las sombras que te cercan,
si los misterios que guardas
deben ser impenetrables
para todos, ¡calla, calla!

¡Yo sólo demando amores:
yo no te pregunto nada!

¿Buscas reposo y olvido?
Yo también. El mundo cansa.
Partiremos lejos, lejos
de la gente, a tierra extraña;
y cual las aves que anidan
en las torres solitarias,
confiaremos a la sombra
nuestro amor y nuestras ansias...

 

 

ALFREDO VEIRAVÉ


 

La monogamia y sus disculpas

 

En tercer lugar los cerebros de las víctimas
   eran comidos por los naturales de la sociedad carnívora
y eso provocaba ansiedades en la tribu.
   Por este camino se crearon las batallas de los
                                                                       [Amadises
                  y los caballeros salieron a cazar doncellas
   cuyos largos cabellos rozaban la cara
                                                    de los dominadores
en el momento de la violación.

 

 

JOSÉ ASUNCIÓN SILVA


 

Adriana

                                                                    "Double virginité
                                              Corps où rien n'est immonde
                                                 Ame où rien n'est impure" .
                                     Victor Hugo ( Feuilles d'automne )

 

Noble como la cándida adorada
Del inmortal poeta florentino,
Corona de la frente inmaculada
El dorado cabello
Que sobre el hombro flota en blondos rizos,
Perdida en el espacio la mirada
Como se pierde en su conjunto bello
La de aquél que contempla sus hechizos.

Hay infinita luz que reverbera
En el azul de sus divinos ojos
Cual de limpio zafiro en los cristales.
Una expresión de majestad serena
De pudor y recato virginales
Vela la gracia de sus labios rojos,
Y es a la vez misterioso encanto,
Lumbre, murmullo, vibración y canto!

Su voz tiene las notas armoniosas
De la del ave que en blando nido
de su impotencia de volar se queja,
Llena de suavidad, llena de calma
Su cariñosa frase siempre deja
Una estela de perlas en el alma.

Tiene la delicada transparencia
De las húmedas hojas de las lilas
Y ni una leve mancha en la conciencia
Y ni una leve sombra en las pupilas.

Es una reunión encantadora
De lo más dulce que la vida encierra
A los rosados rayos de la aurora
Hecha, del aire en los azules velos,
Con lo más delicado de la tierra
Y lo más delicado de los cielos!

 

Septiembre de 1882

 

ELIZABETH BISHOP




Insomnio

 

La luna, en el “espejo del tocador,
mira a un millón de millas
(y tal vez, con orgullo, hacia sí misma,
pero nunca, nunca sonríe)
de distancia, más allá del sueño, o
tal vez duerma de día.

Por el Universo desertado
le diría ella que se fuera al infierno,
y encontraría un cuerpo de agua
o un espejo en el cual habitar.
Envuelve entonces tu inquietud en telarañas
y arrójala al pozo

a ese mundo invertido
donde la izquierda es siempre la derecha,
donde las sombras son realmente el cuerpo,
donde pasamos en vela las noches
y los cielos son tan poco profundos
como profundo es ahora
el mar, y tú me amas.